domingo, 4 de mayo de 2014

AMARILIS, UNA AMANTE DE LOPE DE VEGA

ES LA LOCURA DE MI AMOR TAN FUERTE

María Luisa Arnaiz

John Vistaunet

   “Por acá nos amamos a lo burdo, porque dicen las mujeres que en los brazos lo grosero es lo mejor” escribe Lope a su mecenas el VI duque de Sessa, de quien es secretario. Se refiere a Marta de Nevares con la que ha intimado en 1616. Ella, de 26 años, es casada; él, de 54, sacerdote. El poeta se hace pasar por su guía espiritual: pide el coche al duque, la pasea por Madrid, la invita a su casa, si el marido vigila, un amigo le ofrece la suya para los encuentros, etc. Ella no se entrega. Lope comunica al duque: “he pedido a Dios me quitase la vida… Yo nací en dos extremos, que son amar y aborrecer; no he tenido medio jamás. Me muero de celos de sucesor”. Por fin Marta cede. Cuando queda embarazada y tiene a Antonia Clara, el duque rehúsa ser el padrino a pesar de bautizársela como hija del marido, pues grande es el escándalo. Lope le escribe: “veré esta tarde… a Vuestra Excelencia y aun creo llevaré conmigo al padre putativo de la niña… iba a decir al puto”. Al año siguiente, 1618, el matrimonio se separa (un sobrino del marido lo puso al corriente del adulterio tras cortejar en vano a su tía). Lope se alegra, “festejado habemos la sentencia en favor”, y dice cínicamente del marido: “ríome mucho de que una mujer pruebe bofetones y coces para decir que su marido...”. En 1619 muere Roque Hernández y Lope exulta: “tanto era el deseo de que se fuese”.

John Vistaunet

   Marta, la Amarilis poética, murió ciega en 1632; el poeta, tres años después. He aquí uno de los muchos poemas que le dedicó:    

Resuelta en polvo ya, mas siempre hermosa,
sin dejarme vivir, vive serena
aquella luz, que fue mi gloria y pena,
y me hace guerra, cuando en paz reposa.
Tan vivo está el jazmín, la pura rosa,
que, blandamente ardiendo en azucena,
me abrasa el alma de memorias llena:
ceniza de su fénix amorosa.
¡Oh, memoria cruel de mis enojos!,
¿qué honor te puede dar mi sentimiento,
en polvo convertido sus despojos?
Permíteme callar solo un momento:
que ya no tienen lágrimas mis ojos,
ni conceptos de amor mis pensamientos.

10 comentarios:

  1. Siempre es grato pasar por tu blog. Un abrazo.

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  2. ¿Si hubiera habido en esa época TVs del corazón o parecido ...? Pero ahí estaba Lope, menos mal.
    Emocionante historia.MB.

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  3. Lo que se entera uno leyéndote.

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  4. En todas las épocas "se cuecen habas", como se dice en mi tierra.
    Abrazos.

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  5. María .... no es de asombrarse en casos parecidos que ocurren en el tiempo que estamos viviendo, si en el 1600
    ya se presentaban dichas infidelidades....hmm

    ¡¡¡ atrapante relato !!

    un beso

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  6. Entrañable historia, coronada con un sensacional soneto.
    Un abrazo.

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  7. Sentimientos tenia por ella , aun después de muerta....saludos Maria Luisa !

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