ES LA
LOCURA DE MI AMOR TAN FUERTE
María Luisa Arnaiz
John Vistaunet
“Por acá nos amamos a lo burdo, porque dicen
las mujeres que en los brazos lo grosero es lo mejor” escribe Lope a su
mecenas el VI duque de Sessa, de quien es secretario. Se refiere a Marta de
Nevares con la que ha intimado en 1616. Ella, de 26 años, es casada; él, de
54, sacerdote. El poeta se hace pasar
por su guía espiritual: pide el coche al duque, la pasea por Madrid, la invita
a su casa, si el marido vigila, un amigo le ofrece la suya para los encuentros,
etc. Ella no se entrega. Lope comunica al duque: “he pedido a Dios me quitase la vida… Yo nací en dos extremos, que son
amar y aborrecer; no he tenido medio jamás. Me muero de celos de sucesor”. Por
fin Marta cede. Cuando queda embarazada y tiene a Antonia Clara, el duque
rehúsa ser el padrino a pesar de bautizársela como hija del marido, pues grande es el escándalo. Lope le escribe: “veré esta tarde… a Vuestra Excelencia
y aun creo llevaré conmigo al padre putativo de la niña… iba a decir al puto”.
Al año siguiente, 1618, el matrimonio se separa (un sobrino del marido lo puso
al corriente del adulterio tras cortejar en vano a su tía). Lope se alegra, “festejado habemos la sentencia en favor”,
y dice cínicamente del marido: “ríome
mucho de que una mujer pruebe bofetones y coces para decir que su marido...”. En 1619 muere Roque Hernández y Lope exulta: “tanto era el deseo de que se fuese”.
John Vistaunet
Marta, la Amarilis poética, murió
ciega en 1632; el poeta, tres años después. He aquí uno de los muchos poemas
que le dedicó:
Resuelta en polvo ya, mas siempre
hermosa,
sin dejarme vivir, vive serena
aquella luz, que fue mi gloria y
pena,
y me hace guerra, cuando en paz
reposa.
Tan vivo está el jazmín, la pura
rosa,
que, blandamente ardiendo en
azucena,
me abrasa el alma de memorias llena:
ceniza de su fénix amorosa.
¡Oh, memoria cruel de mis enojos!,
¿qué honor te puede dar mi
sentimiento,
en polvo convertido sus despojos?
Permíteme callar solo un momento:
que ya no tienen lágrimas mis ojos,
ni conceptos de amor mis
pensamientos.
Nada como el deseo sin tapujos
ResponderEliminarSiempre es grato pasar por tu blog. Un abrazo.
ResponderEliminar¿Si hubiera habido en esa época TVs del corazón o parecido ...? Pero ahí estaba Lope, menos mal.
ResponderEliminarEmocionante historia.MB.
Lo que se entera uno leyéndote.
ResponderEliminarle escribió con el alma.
ResponderEliminarun abrazo
En todas las épocas "se cuecen habas", como se dice en mi tierra.
ResponderEliminarAbrazos.
María .... no es de asombrarse en casos parecidos que ocurren en el tiempo que estamos viviendo, si en el 1600
ResponderEliminarya se presentaban dichas infidelidades....hmm
¡¡¡ atrapante relato !!
un beso
Entrañable historia, coronada con un sensacional soneto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre interesante.
ResponderEliminarSalu2.
Sentimientos tenia por ella , aun después de muerta....saludos Maria Luisa !
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