lunes, 12 de mayo de 2014

HOMOSEXUALIDAD Y MISOGINIA

LIBRO DE BUEN AMOR

María Luisa Arnaiz

Wrong Line, Martin Stranka

   “El rey de Granada no desea más que amontonar riquezas, amar a las bellas mujeres y convidar efebos” tradujeron Lévi-Provenzal y García Gómez mientras que Amin T. Tibi propuso “El príncipe de Granada deseaba dinero y era aficionado a los muchachos bellos y a su compañía”. Las versiones discrepantes abundan en cualquier traducción pero la censura no puede desembarazarse de lo que es de sobra sabido: la homosexualidad se practicó desde el Califato hasta la caída del Reino nazarí y ha quedado una copiosa muestra de poesía homoerótica como los ejemplos que traslado:

Lo hice mi esclavo,
pero la humildad de su mirada
me convirtió en su prisionero;
de tal modo somos ambos:
al mismo tiempo
esclavo y señor uno de otro.

“A un paje”, al-Mutamid, rey de Sevilla

Te abrazaba la cintura tierna,
bebía de la boca agua clara.
Yo me contentaba con lo permitido,
pero tú querías aquello que no lo es…


“Al rey al-Mutamid”, Ben Ammar de Silves

   Me decían, insistiendo en censurarme porque le amo: / “Si no te hubieses enamorado de un muchacho vil, de baja / condición…” Yo les contesté: Si yo pudiese mandar en mi amor, / tampoco le querría, pero ese poder no lo tengo...

Muhammad Ben Galib al-Rusafi de Valencia

Martin Stranka (fotografía)

   Según sugiere Daniel Eisenberg, en el “Libro de buen amor” -“libro de testo” para su autor cuya defensa del placer es indiscutible- lo que propone el Arcipreste es que, habiendo tanta dueña presta a satisfacer los placeres de Venus, a qué cometer pecado nefando; en otras palabras, presenta su obra como alternativa al “loco amor” y deja al lector la responsabilidad de comprenderla, “entiende bien mi libro / tendrás buena guarida”. Concluye el profesor de la Florida State University diciendo: “Si Juan Ruiz cuenta las excelencias del amor de las mujeres, si enseña las técnicas para llevar una vida heterosexual feliz, si asegura que vivimos rodeados de mujeres seducibles…”, es que lucha contra la homosexualidad. ¿Sí? Vean el “Enxiemplo del garçón que quería casar con tres mujeres”:

Martin Stranka (fotografía)

   “Era un garçón loco, mançebo bien valiente, / non quería casarse con una solamente, / si no con tres mujeres… / Su padre e su madre, et su hermano mayor / afincáronle mucho, que ya por su amor / con dos que se casase, primero con la menor, / e dende a un mes complido casase con la mayor.” Cuando pasó un mes, los padres le pidieron la chica mayor para un hermano y él les dijo que se casara con ella porque le bastaba con su mujer. ¿Por qué este cambio? El autor explica: el padre tenía un molino con una gran muela, que él movía sin esfuerzo y, una vez casado, “probó tener la muela como avía usado” pero levantole las piernas, echolo por mal cabo”. Es evidente que la aclaración es una defensa del orden establecido por la Iglesia católica con la “enseñanza” misógina acostumbrada: “A la mujer primera él tanto la amó, / que a la otra doncella nunca más la miró… / ansí tu devaneo al garçón loco domó”.

10 comentarios:

  1. En toda sociedad y condición

    Afortunadamente

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  2. Si es que no hay nada nuevo bajo el sol.
    Salu2, Mª Luisa.

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  3. !Hola,marisa!

    Cada cual es libre de aplicar su amor en sus preferencias sexuales.Siempre ,este tipo de cosas han sido tabú.Afortunadamente aquella época se quedo muy,muy,muy lejana.

    Como dijo Socrates: Un mortal sólo puede manifestar el fundamento que anida en su interior. No esperéis nunca que un hombre traicione lo que es. ¿Acaso puede un pájaro renunciar a volar , o una madre negarle el pecho a su hijo?

    Me encantan tus historias,no las conozco y me entusiasma saberlas.Muchas gracias por compartirlas.Muchos besitos y buena semana.

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  4. Magnífico y terrible post, María Luisa. Los que nacimos en los 40 pensamos que estas desviaciones nacieron en el XX. No obstante me doy cuenta, leyéndote, que debe ser una gran lucha consigo mismo quedarse impávido anye una señora estupenda en bolas y al revés, claro. Qué faena.
    Bromas a parte, es un magnífico y aleccionador artículo

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  5. a parte= aparte
    anye=ante

    perdón pero el dedito ...

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  6. Apenas el " pithencanthropus erectus" bajó del árbol (por darle un matiz literario) empezaron las historias que nosotros, inocentes mortales, creemos que nacieron "ayer"...

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  7. No todos los homosexuales son misóginos, pero casi todos los misóginos son homosexuales. Allí les nace el odio hacia lo que no pueden ser.
    Besos.

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  8. Desde que el mundo es mundo, existió la homosexualidad. Otra cosa es que haya sido aceptada y reconocida. Pero, sinceramente, ¿A alguien le interesa realmente con quienes se acuestan los demás?.
    Buena e ilustrativa entrada, como siempre. Un besote

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  9. Moral, heterosexualidad y amor...al iagual que la tan fustigada homexualidad, que eno es cuento de ahora, sino de siempre...UN abrazo. Carlos

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  10. Muy interesantes los textos que nos ofreces. Desde la antigua Grecia existen historias parecidas y la homosexualidad más que permitida parecía obligatoria. Cualquier hombre importante tenía su chico y por eso no dejaba de casarse con una mujer y tener familia. Seguro que conoces algunos amantes varones de esta época. Yo creo que fue la religión la que complicó todo porque la vida es mucho más sencilla y poco debe importarnos lo que hagan los demás.
    Un abrazo

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