miércoles, 14 de mayo de 2014

“AMOR MÍO”, OTRO DE SUS NOMBRES

PANCRATIUM MARITIMUM

María Luisa Arnaiz

Martín Llamedo

   El domingo pasado me sorprendí al encontrar en una plaza una pequeña reunión de gente que escuchaba a quien pensé que era un mitinero, pero, al ver otro grupo y al poco un grupúsculo oyendo misa mientras sonaban guitarras bajo un cartelón con la leyenda “Año de la fe”, no dude de que las concentraciones eran de “Kikos”, protegidos por Roma y el Gobierno para llevar su catequesis fuera de las iglesias. “La calle es mía” dijo un ancestro de los actuales gobernantes y, siguiendo su estela, la Delegada del Gobierno en Madrid prohibió “por cuarto año la marcha atea porque provoca a los católicos”. ¿En serio? Luciano de Samosata contó que el filósofo Demonax había dicho del pancracio -combate- que “no era de admirar que los fanáticos de los campeones los describiesen como leones” y yo, que tengo por fieras a cuantos baten el cobre a la Iglesia y sablean con sus recortes, anatematizo al ministro del Interior por amparar tales abusos y exijo a la Católica que condene el calificativo de la Virgen dado al pancratium maritimum -azucena, lirio o nardo de la ídem- por ser una flor salvaje. Apuesto por su otro nombre: “amor mío”.

Pancratium maritimum

7 comentarios:

  1. Hay que promulgar el día de la prohibición con nuestros gobiernos... Mmm, no! son 365 de forma natural.
    Muchos besos de anís para mi rebelde predilecta!

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  2. ¿Por qué será que el Poder los vuelve brillantemente estúpidos?

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  3. Dos autenticas maravillas de imagenes! La primera me encanta!

    Un abrazo.

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