EL JOYEL RICO DE LOS
AUSTRIA
María Luisa Arnaiz
Oleg Babkin
(fotografía)
“El joyel rico” fue
la joya por antonomasia de la
Corona española hasta su desaparición tras la huida del rey
José Bonaparte, a quien se le imputó su apropiación. Se trataba de un broche de
oro de 20 quilates en cuyo centro tenía engarzado un diamante azul acero de 100
quilates, tallado en tabla y conocido por “El estanque”, el cual había adquirido
Felipe II por 80 000 escudos de oro y mandado tallar; de él pendía “La
peregrina”, perla de 58 quilates y medio en forma de pera hallada en aguas panameñas. El diamante había sido inventariado en 1808 con un valor de millón y medio de
reales y se dice que pudo ser tallado en piezas más pequeñas para
evitar su identificación, pero la perla, según algunos en manos de Elizabeth
Taylor, fue subastada en 2011 y se vendió por 9 millones de euros.
María Tudor, segunda
mujer de Felipe II, Antonio Moro
Ana de Austria, cuarta
mujer de Felipe II, Sánchez Coello
Margarita de Austria,
mujer de Felipe III, Velázquez
Isabel de Borbón,
mujer de Felipe IV, Rodrigo de Villadrando
María Luisa de
Orleáns, mujer de Carlos II, García Hidalgo
Las joyas que han desaparecido, muy interesante. y te quería peguntar sobre tu entrada anterior (No me aparece el recuadro de comentarios) Nos contaste algo sobre el coral y el cuadro de Virgen con el Niño, Francisco Traini (Pisano), o lo he soñado.
ResponderEliminarUn abrazo
Ester: ninguno de estos cuadros los usé en otra entrada sobre el coral, llamada "Dentición". Si sueñas, es que tienes un don.
EliminarJoya inmortalizada por los retratistas, no ha imposibilitado el expolio.
ResponderEliminarAl menos podemos "verlas" en pintura.
EliminarHacia mediados del siglo XIX, Estanque y Peregrina seguían en Madrid, en el guardajoyas. Los franceses no se los llevaron, desapareceron cuando el asalto a Palacio.
EliminarPor curiosidad, ¿se sabe en qué cuello está ahora la famosa joya?
ResponderEliminarYo no lo he leído. De todas formas podría aparecer un testaferro y bla, bla, bla.
EliminarUna joya al cuello equivale a una soga al cuello. Mejor que no esté en ninguno.
ResponderEliminarQuienes lucen joyas de tal valor no lo verán así pero allá ellos.
EliminarNo te dí las gracias por añadirme a tus círculos, y perdona por la confusión de los Campillo. Quizás sea mi sino tener este tipo de confusiones para conocer, como por casualidad, a gente nueva, que merezca la pena.
ResponderEliminarAhora sí: GRACIAS
Yo estoy encantada de haberte conocido. Bienvenida.
EliminarWOW...i´am speechles ,,, that´s an marvelous photo !
ResponderEliminarGreetings
Y our comments are always encouraging for me.
Eliminarmira que eran feas las reinas...
ResponderEliminarY la consanguinidad hizo el resto.
EliminarSeguro, que conforme van los tiempos y ciertas economías, es muy posible que la joya esté en cualquier tienda de compra de oro y joyas.
ResponderEliminarUn abrazo.
A saber dónde tienen los "tesoros" más de una cabeza coronada o no.
EliminarEstos pintores han retratado HISTORIA.... ¡grandiosos!
ResponderEliminarPor más cortesanos que fueran, nos hacemos una idea de cómo le iba a la gente.
EliminarPues sí, se lo llevó Pepe Botella, según parece. Y, desde luego, de "el estanque" nunca más se supo... En la actualidad no existe ningún tesoro de la corona en España, al contrario que en Inglaterra que tienen un tesoro tremendo. Besazos.
ResponderEliminarUna verdad: el imperio británico se enriqueció pero el español se empobreció por las grandezas de los Austria.
EliminarPues por en algún lugar estará seguro. En mi casa ya te digo que no, ja, ja. No me gustan las joyas, la verdad. Es de los peores regalos que alguien puede hacerme. Disfruto con otras cosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me bastan cosas etéreas como conocer.
EliminarEmbriagado de pasión por las joyas, ML. Feliz tarde
ResponderEliminarNunca te acostarás sin aprender algo nuevo. Contigo, María Luisa , el conocimiento está asegurado. Una joya que no puede pender de ningún cuello.
ResponderEliminarEsta visto que los ladrones de guante blanco siempre han (como ahora) abundado.
ResponderEliminar¡Si que son feas y encima con la lacra de la consanguinidad,por si era poco!
Es una gozada leerte y aprender disfrutando.
Que pases una agradable semana María Luisa.
Besos.
La fea aunque se vista de seda... jajaja!
ResponderEliminarTenían que adornarse tanto, para desviar la atención de su fealdad. Pero que cosa! Una sola joyita nos resolvería la vida a varios. Qué grotesco desfasamiento de esa gente. ¿Para que les servían esas joyas? si hasta era un calvario cargarlas con su peso.
Besos!
Mira como a la desnuda con tanta belleza ni quien le mire las perlas, que lo mismo da si son bisutería y a las otras feas, pues les buscamos los diamantes, aunque sea...
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