lunes, 20 de enero de 2014

LA TRAICIÓN

PSIQUE Y EROS II/IV

María Luisa Arnaiz

Louis Treserras

   Colmó a sus hermanas de riquezas y ellas, ante el regalo con que vivía y envidiosas de su suerte, le preguntaron por su amor. Psique salió del paso pero ellas se quejaron de su mala fortuna y se aliaron para que transgrediera la promesa hecha a su marido. De nuevo él la previno contra la asechanza e incluso apeló a la hija que gestaba para que guardara su secreto. Al conocer su embarazo, se alegró tanto que le convenció de no hacerlo. Poco después las hermanas regresaron y le dijeron sabemos que duermes con una serpiente que te devorará antes de parir. Horrorizada y sin saber qué hacer, las escuchó. Coge una lámpara y un cuchillo, y, cuando se haya dormido, de un tajo seco le separas la cabeza del cuerpo. Al ver a Eros, tiró el arma y contempló su divina cara, el rubio pelo perfumado con ambrosía, la blanca frente, las mejillas rosadas, las alas húmedas como flores palpitantes, su bello y terso cuerpo… Extasiada, se pinchó el pulgar con una flecha… ¡Se enamoró! Entre la excitación y el éxtasis una gota de aceite hirviendo de la lámpara cayó en el hombro del dios. Eros despertó y, viéndose traicionado, alzó el vuelo. Ella le agarró una pierna hasta que, exhausta, fue al suelo…

10 comentarios:

  1. La chica del retrato está un poco pálida, como contrariada.

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  2. Mª Luisa:
    Las hermanas precipitaron los hechos. Estoy seguro que la curiosidad habría impulsado antes o después a Psique a ver la cara del amante. Si hubiese sido al revés, él también habría tenido curiosidad por conocer el rostro de la amada.
    Salu2 psíquicos.

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  3. Um texto que permite refletir sobre as relações entre as pessoas.

    Abraço

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  4. Buenísimo! Creo que voy a releerlo de nuevo!

    Gracias por el relato.

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  5. La gente de este nivel no se alegra, exulta, que debe ser una alegría de gama alta.

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  6. ¿TRAICIÓN O IGNORANCIA?, ¿es esa la disyuntiva?. Si ingenua fue la promesa de Psyque, más ingenua fueron las expectativas de Eros: era insostenible para una humana permanecer en el desconocimiento. Claro, miraba desde la perspectiva de un dios, y los dioses no nos entienden, están demasiado altos.

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  7. Enamorarse, ay, esa cosa olvidada. Feliz tarde, M.L.

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