lunes, 7 de abril de 2014

CORAZONADA

POEMA DE AMOR Y MUERTE

María Luisa Arnaiz

Renso Castaneda

Palacio, buen amigo,
¿está la primavera
vistiendo ya las ramas de los chopos
del río y los caminos? En la estepa
del alto Duero, Primavera tarda,
¡pero es tan bella y dulce cuando llega!...
¿Tienen los viejos olmos
algunas hojas nuevas?
Aún las acacias estarán desnudas
y nevados los montes de la sierra.
¡Oh mole del Moncayo blanca y rosa,
allá, en el cielo de Aragón tan bella!
¿Hay zarzas florecidas
entre las grises peñas,
y blancas margaritas
entre la fina hierba?
Por esos campanarios
ya habrán ido llegando las cigüeñas.
Habrá trigales verdes,
y mulas pardas en las sementeras,
y labriegos que siembran los tardíos
con las lluvias de abril. Ya las abejas
libarán del tomillo y el romero.
¿Hay ciruelos en flor? ¿Quedan violetas?
Furtivos cazadores, los reclamos
de la  perdiz bajo las capas luengas,
no faltarán. Palacio, buen amigo,
¿tienen ya ruiseñores las riberas?
Con los primeros lirios
y las primeras rosas de las huertas,
en una tarde azul, sube al Espino,
al alto Espino donde está su tierra…

Antonio Machado, “A José María Palacio”

 Renso Castaneda

   Antonio Machado fechó este poema en abril de 1913. Estaba en Baeza, hacía ocho meses que había muerto Leonor y era primavera aunque se diera “tarda” en Soria. Con la certeza del eterno retorno y transido de emoción ante el reverdecer de la naturaleza, renueva su amor por la ausente y pide a un amigo que visite la tumba de su mujer. El paisaje, en el que se funden flora, fauna y humanidad, no es un decorado sino la constatación del inexorable paso del tiempo, tiempo que fluye como el “Duero” y espacio que permanece como el “Moncayo”. Las sensaciones cromáticas, auditivas y olfativas que el yo poético evoca embriagan los sentidos y pueden hacernos desear desaparecer en el cosmos en “una tarde azul”, presentimiento de la muerte para Machado, al que se le descubrió en un bolsillo este su último verso: “Estos días azules y este sol de la infancia”. 

11 comentarios:

  1. Bonsoir,
    Quel plaisir à chaque fois renouvelé lorsque j'entrouvre la porte de votre univers.
    Gros bisous à vous.

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  2. Un espacio fantástico el que ocupa Machado. Sensibilidad premonitoria

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  3. Esa primavera que todo hace renacer. ¡Qué triste no poderla compartir!
    Salu2, Mª Luisa.

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  4. Hasta la muerte en sus versos cobra otra dimensión.

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  5. La primavera fue la que trajo algunas hojas verdes al viejo olmo, destinado a la muerte por ojos de mortales, pero, ¡qué poco sabemos los mortales sobre la vida y la muerte!. Trazamos vidas de muerte y nos ensañamos. Aunque ¡somos muy buenos!

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  6. Emocionado, apasionado, nostálgico...me faltan palabras para describir lo que habrá sentido Machado al escribir estos versos a su amigo Palacio, quien deberá visitar la "tierra" de Leonor, la mujer fallecida.
    Impresiona el modo en que pregunta sobre el brotar de la Primavera ¿Habrá estado ya enfermo y deprimido, sin ánimo para salir y admirar con los propios ojos tan bello panorama?
    Brillante obra, gracias por compartirla. Abrazos!

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  7. !Hola,Marisa!

    Incluso el canto a la muerte adquiere belleza.Precioso el post.Excelso machado.Muchos besitos.

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  8. ¡¡ Qué fuerte!! (Un GRANDE, Machado) Gracias.

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  9. Necesitaba leer un poema y me da por visitar tu blog. Machado...¡Siempre Machado! Me gusta cómo escribe, pero sobre sobre todo cómo piensa. Me llena de ternura y de nostalgia. De tristeza a veces...
    Abrazos.

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