ESCRIBIR EN ESPAÑA
María Luisa Arnaiz
Kamalky Laureano
Una de dos: o se
escribe bien, y entonces no se gana dinero, o si se quiere ganar dinero es
preciso escribir mal. Para lo primero hay que enfrentarse con el gusto del
público y con la sociedad, sin temor a verse rodeado si no de incomprensión, al
menos de la no comercialización. Por el contrario, vender mucho es escribir
mal, no hay otra salida. Lo paradójico, lo amargo, es que la independencia
tampoco logra nada, y un estado cariñoso y celoso del bienestar de las gentes
preclaras lo único que consigue es la atonía. ¿Cómo se resuelve este problema?
No lo sé; de hecho, pintores, escultores y artistas plásticos lo resuelven de
otra manera mucho más ordenada y dulce. El escritor -al menos en España- no lo
puede resolver. Tarde o temprano, el compromiso con el público se impone sobre
otros cánones; quien por una razón misteriosa acierta una vez y sin haberlo
sospechado empieza a enriquecerse, automáticamente sufre una ósmosis por parte
del público que le dictará (con inversión del proceso del gusto) la propia moda
que él impuso. La verdad es que el escritor debería ser un individuo abandonado
por la mujer, engañado por la amante, estafado por los hijos, arruinado por su
padre y que, sin embargo, pudiera escribir sin ambiciones económicas; con
conflictos a los que no se sumara la posibilidad de resolverlos con los frutos
de su pluma.
Juan Benet, “Ensayos de incertidumbre”
Ya lo decía Larra: "escribir en España es llorar".
ResponderEliminarY cuántos excelentes escritores se encuentran en situación de semiclandestinidad...
EliminarQue buena tu entrada de hoy, lo estupendo es que se escribiera bien y ademas fuera interesante, no todo está en el estilo. Un abrazo
ResponderEliminarEl interés creo que reside en los lectores pero escribir para contentar es de necios.
EliminarDon Juan sabía muy bien lo que se decía. Y este texto está plenamente vigente hoy.
ResponderEliminarDesde luego y traspasará los tiempos aunque lo silencien.
EliminarY sin mencionar siquiera los lugares en que todavía resulta tan peligroso abordar ciertos temas, con una censura de facto. Tanta represión, que hasta un poema simple, le resulta ofensivo a los dueños de esos lugares y ya te la sabes.
ResponderEliminarUn abrazo!
Ese es otro problema adicional: tanto la autocensura como ser amordazado institucionalmente.
EliminarPara gustos, los colores, desde luego.
ResponderEliminarHay obras "literarias" insoportables y otras "comerciales" con las que uno se lo pasa la mar de bien.
Creo que lo que dice Benet no versa sobre gustos, sin embargo claro que hay tochos infumables.
EliminarLeer a Benet es siempre motivo de satisfacción, María Luisa. Gracias
ResponderEliminarY su falta de hipocresía también.
EliminarClaro, directo, conciso y tremendamente acertado Juan Benet.
ResponderEliminarPara quienes escribís, es un pilar en que apoyarse.
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