FALSIFICACIONES
María Luisa Arnaiz
Harding Meyer
He sabido que Isabel I de Inglaterra fue un
hombre disfrazado de mujer. El travestismo se lo impuso la madre, Ana Bolena,
para salvar a su vástago del odio de los otros hijos de Enrique VIII y de las
maquinaciones de los políticos. Después ya fue demasiado tarde y demasiado
peligroso para descubrir la superchería. Exaltado al trono, cubierto de sedas y
de collares, no pudo ocultar su fealdad, su calvicie, su inteligencia y su
neurosis. Si fingía amores con Leicester, con Essex y con sir Walter Raleigh,
aunque sin trasponer nunca los límites de un casto flirteo, era para disimular.
Y rechazaba con obstinación y sin aparente motivo las exhortaciones de su fiel
ministro Lord Cecil para que contrajese matrimonio aduciendo que el pueblo era
su consorte. En realidad estaba enamorado de María Estuardo. Como no podía
hacerla suya recurrió al sucedáneo del amor: a la muerte. Mandó decapitarla, lo
que para su pasión desgraciada habrá sido la única manera de poseerla.
Marco Denevi, “Falsificaciones”
Ahora entiendo porque un tal juan carlos, mató a su hermano de un disparo...
ResponderEliminarEste Marco Deveni, sabe muy bien qué escribe... y tú, sabes escoger esas piezas puzzlerianas.
Naturaros Saludos.
Historiadores serviles, escritores fantásticos.
EliminarHay sucedáneos, verdaderamente, odiosos, María Luisa. El libro de Deveni, es genial.
ResponderEliminarEl libro es muy entretenido. Otro día, más.
EliminarPero ¿qué me dices? con eso se podría hacer un año entero de programas de corazón, ¡te forrarías!, pero yo perdería una estupenda blogger.
ResponderEliminarLo siento por tantos documentalistas en paro.
EliminarHola, bueno, mi estupenda profesora de Historia me dice que ese vulgo es falso: media corte estaba presente en los partos, por aquellas épocas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como escritor, Marco Denevi tiene licencia para construir sus ficciones a su gusto.
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