domingo, 7 de abril de 2013

GOYA: AMOR SENIL

LEOCADIA WEISS

María Luisa Arnaiz 

La Leocadia, Goya
 
   Francisco Goya se exilió a Francia a los setenta y ocho años y residió en Burdeos, donde vivían algunos amigos. Lo acompañó su ama de llaves, Leocadia Zorrilla, de treinta y seis años, que había abandonado a su marido, Isidoro Weiss, y vivía en la Quinta del Sordo, en una de cuyas paredes el pintor le hizo un retrato que luego pasó a un lienzo. Es posible que fueran amantes. El aragonés murió a los ochenta y dos años y fue sepultado en el panteón de su amigo Goicoechea en la Gran Chartreuse. Leocadia escribió a Leandro Fernández de Moratín a los doce días de la muerte de su amigo, para informarle: “hasta tres horas antes de morir…quiso hacer testamento, decía, en nuestro fabor, y respondió su nuera que ayle tenía echo…soporto mi esistencia por mi pobre hija (María Rosario Weiss)…Molina se fue el 19 a Madrid y es el que se interesa en nuestra suerte y se encarga de saber si ay algo en el testamento, y que hablaría al hijo…(el cual) me dijo: hay tiene Vd. una cedula de mil francos y le queda a Vd. las ropas y los muebles”. El testamento de Goya era inapelable: “nombramos por nuestro único y universal heredero…al citado D. Francisco Xavier de Goya, nuestro hijo legítimo”. 

12 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Generalmente quien sirve espera una recompensa que no llega.

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  2. Interesante documento.
    la vida se repite se trate de un artista , un rey o un plebeyo, bueno, el plebeyo tiene poca herencia que dejar.

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    1. Entre amo y criado se dan relaciones raras e indocumentadas.

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  3. Leocadia en estos tiempos habría ido a “Sálvame”
    Abrazos

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  4. Oi maria, tudo bem?
    Encontrei seu blog.
    Muito bom.
    Vou ser seu seguidor.
    Ótima semana.
    um abraço.

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  5. Muy buena tu entrada, y también muy ilustrativa.
    Nada cambia por estos mundos de Dios.
    Seguro que Goya debería de tener una buena fortuna.

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  6. Qué cosa tan tremenda y desagradables son siempre las herencias; sobre todo porque nacen con la muerte.

    Gracias María Luisa por tus siempre interesantes aportaciones. Y despues de un tiempo de ausencia, espero poder gozar de tus artículos asiduamente. Un abrazo

    Mabel

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    1. Dices algo cierto: las herencias producen frustraciones.

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