domingo, 28 de abril de 2013

DEL ABORTO

ASUNTO MACANAZ

María Luisa Arnaiz

Galina Anisimova

   Dice Menéndez Pelayo sobre Melchor de Macanaz en “Historia de los heterodoxos españoles” que “Entre los leguleyos del siglo XVIII, pocos hay tan antipáticos como él… su nombre debe figurar en primera línea entre los serviles aduladores del poder real… entre los enemigos más encarnizados de todos los… venerados principios de la cultura española”. El de Hellín, defensor del primer Borbón en el trono español y fiscal del Consejo de Castilla, redactó un Memorial, conocido como el de los cincuenta y cinco puntos, conforme a los documentos facilitados por el cardenal Giudice, inquisidor general, cuya finalidad era “revocar todas las concesiones de la jurisdicción temporal hechas a la Inquisición” o, como expresa el santanderino, “quitar en España toda jurisdicción al Papa”. Giudice lo condenó en 1714 hallándose en Marly, lo que molestó al abuelo de Felipe V que admitió las excusas del cardenal pues nada sonroja a la Iglesia con tal de imponer su voluntad. Bien, pues dice el ultramontano ministro de Justicia, sin ponerse colorado, que hará retoques en la ley del aborto “corrigiendo los efectos que tenía” y afirma que no se pliega al Vaticano. Como la condena al Memorial se difundió en todas las iglesias madrileñas, la Santa Sede debe hacer lo mismo y publicitar que interrumpir el embarazo es legal.

12 comentarios:

  1. Pues yo me cisco en la santísima oblea que comulgó el servil ministro.

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  2. Eso es dificilillo por no decir IMPOSIBLE

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  3. Adoro la mesura de los comentarios, en cuanto los temas se ponen escabrosos... jajaja! Quiero ver el día que la mesura sea por prudencia y no por miedo. Si comprendemos que el miedo nos paraliza y finalmente también nos lleva a morir víctimas de lo que mçnuestro silencio permite, quiza empezaríamos a abrir un poco más la boca y a tratar de que se aborten todas las instituciones maltrechas que nos joden la existencia a todos.
    Besos mi buena amiga.

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  4. Hay varias Españas, aún, María Luisa. La de este ministro, no es la mía y, si, me encantaría que la Iglesia hiciera eso tan "imposible" o no, como diría mi querido e inolvidable Agustín: "Ni lo sé, ni me importa. Han conseguido que no me afecte nada de lo que hagan o digan".

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  5. Personalmente estoy en contra del aborto. Pero también pienso que si algunas mujeres lo hubieran hecho habría algún hijo de amores ilícitos menos.
    Un abrazo

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