SIRENITA
María Luisa Arnaiz
Philip Gladstone
Durante siglos,
inmóvil y silenciosa, ha habitado en las aguas enlodadas y calmas del lago. Le
acompaña una fama inquietante, de culebra movediza y traidora que una vez
devoró a un caballero que trató de darle muerte. Ella misma no recuerda el
suceso con claridad: el caballero, un señor lejano, se había acercado hasta la
orilla del lago, y allí se había dirigido a ella. Intercambiaron palabras de
amor, miradas tiernas, y un par de anillos de cobre que les dejaron los dedos
verdosos. Entonces, resuelta, decidió renunciar a todo por el hombre suave y
cortés que acudía a visitarla. A cambio de su voz perdió la cola irisada y se
convirtió en humana. Esa noche el caballero no la halló. En su lugar encontró
junto a los juncos una enorme cola de pez ensangrentada. Cuando se abrió la
garganta con su espada, ella se encontraba muy cerca de su castillo. Se ocultó
entre unos matojos ante el paso de la guardia, que se llevaba el cadáver del
príncipe envuelto en una capa, un bulto anónimo. Ella esperó a la puerta del
castillo muchas horas en vano convencida de haber sido traicionada. Regresó al
lago abatida y llorosa y desde entonces aguarda, cubierta de barro y liquen, la
llegada de otro caballero en quien vengar su abandono.
Espido Freire
Querida María Luisa, incubando un catarro bastante desagradable no puedo imaginarme mejor manera de empezar el dia para que me alivie de mis males. Gracias. Cariñosos saludos
ResponderEliminarBela imagem ...acompanha texto de forte reflexão ...como achar a melhor maneira de encarrar a vida ...Parabéns Pedro Pugliese
ResponderEliminarBello escrito, aunque no hay que esperar príncipes que vengan a salvar sirenas, princesas y demás fauna de la fantasía (y de lo que no es fantasía).
ResponderEliminarUn beso y hasta dentro de un poquito.
no me cansare nunca de decírtelo, tu blog es excepcional...un saludo
ResponderEliminarAmazing!
ResponderEliminarI wish you a nice weekend.
Las contrariedades parece que llegan en "finde". Espero que estés mejor.
ResponderEliminarUn beso, Mabel-
Para los reveses de la vida es mejor estar preparado.
ResponderEliminarUn abrazo, Pedro.
¡Abajo las monarquías! Creo profundamente en las Repúblicas.
ResponderEliminarBesos, Isabel.
Bueno, Anabel, se me suben los colores. Ya sabes, elijo lo que me gusta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y our comments are always encouraging for me.
ResponderEliminarBest, Pantherka.