María Luisa Arnaiz
Serge Marshennikov
Perrault dejó esta
moraleja en “Caperucita roja”: “no tiene
nada de raro, / si a tantas el lobo come”. ¿Por qué no huye Caperucita al
encontrar al lobo?, ¿por qué no se la come él? Porque el lobo es una
metáfora que traduce las tendencias asociales y los deseos sexuales que afloran
en la pubertad. En el cuento de Perrault ella se desnuda, se acuesta con su
abuela-lobo e intuye un peligro cuando oye que los brazos son para abrazarla
mejor. ¿Busca ser seducida? Se trata de la fascinación por el sexo, evidente en
el nombre de la niña y en su atuendo: el rojo simboliza la violencia emocional
y la capucha, según algunos psicoanalistas, el clítoris. Descubrir el sexo es un
imperativo y, entre vivir de acuerdo con el principio del placer o el de la
realidad, la decisión se torna difícil. El francés instiló su finalidad: si se
infringe el orden establecido, el sistema engulle al transgresor, luego las
normas sociales tienen sentido y no se deben vulnerar. La variante de los
hermanos Grimm ciento quince años después (un cazador recupera a las víctimas y
castiga al seductor) dejó otra moraleja: como la muerte del héroe supone un
fracaso, propusieron un “renacer” igual que en las religiones y mitos.
Olá já divulguei seu blog em minha pagina,e no g+ beijos.
ResponderEliminarEstoy muy agradecida por tu generosidad.
EliminarGracias por estos chispazos de cultura.
ResponderEliminarUn saludo desde el interior de mi cubilete azul.
Transmito lo que creo interesante.
EliminarLo mejor de los cuentos es lo que no nos cuentan.
ResponderEliminarAbrazos
Para interpretar sobran las moralejas.
EliminarComo en tantas obras y ritos humanos el tiempo tapa su sentido, porque muchas veces queda en el olvido.
ResponderEliminarTienes razón pero este cuento está vivo.
EliminarVaya con Perrault. Cualquiera lo diría. O simplemente es que entonces los mensajes debían ir ocultos en otros envoltorios.
ResponderEliminarCon Perrault, no; después cambió la moral.
Eliminarmaravilloso tu magnifico blog
ResponderEliminarEstupendo que te guste. Gracias.
EliminarInteresantísimo análisis, maria luisa. Un mito que no decaer. Besos.
ResponderEliminarDesde luego sigue en vigor, ¿verdad?
EliminarEn los cuentos hay que saber entre líneas porque la esencia se encuentra oculta entre mitos y leyendas.
ResponderEliminarInteresante y constructiva entrada, besos de gofio.
A mí me explicaran algunos. Tuve esa suerte.
EliminarSiempre un lujo leer tu blog. Aprendo muchas cosas y me deleito con las imágenes. Gracias. Un beso grande.
ResponderEliminarNos hallamos en comunicación de este modo.
EliminarUna tesis doctoral en miniatura.
ResponderEliminarNo es eso pero puede iluminar.
EliminarAntes de comentarte nada. No sé de donde sacas las fotos, pero siempre te superas.
ResponderEliminarSon tantas las interpretaciones de esta historia, que hay para todos los gustos, aunque la idea del sexo esta muy presente, lo de la capucha no lo había leído antes. Muy curioso.
Lo impenetrable está desvelado.
EliminarQuizás los límites no estén nunca, ni en la praxis, ni en el espíritu, en el lugar que nos enseñaron. El sexo es, siempre, algo divertido y necesario. Quien nos creó lo hizo con maldad estudiada: "Se deben reproducir y para eso le dotaremos de capacidad orgásmica" - Todo un tratado de productividad, María Luisa. Perdona, creo que me he ido del tema, pero .............. (creo que Perrauld tenía razón, toda la razón)
ResponderEliminarAunque divagues, te sigo perfectamente.
EliminarOlá Maria Luísa, excelente foto! Um capuchinho vermelho como o da foto daria azo a todas as fantasias sexuais.
ResponderEliminarEstou adorando os seus textos: pedagógicos e culturais. Entendo-os perfeitamente e este sobre o capuchinho vermelho, é uma visão interessantíssima. Um abraço.
Me siento contenta de poder divulgar lo que sé.
EliminarComo la vida misma, las señales que nos mandan no son claras y hay que tener una magnifica percepción para ver, leer y descubrir la simbología mostrada entre líneas. Hay personas que no las ven y otras que sí, es ahí la gran diferencia, entre no me entero de nada o el ir un paso delante del resto. Magnifica entrada, bueno como todas, bsss, entrelineas.
ResponderEliminarAtención y claves ayudan a ver más allá.
EliminarMuy interesante y bastante alejado del cuento que se ha considerado como tradicional, desvirtuado sin duda en su vertiente infantil, pero, como muchos cuentos, toda una provocación en toda regla, lo que hace a esa Caperucita de lo más seductor.
ResponderEliminarLa mayor parte de los cuentos tiene otra lectura.
EliminarTodo cuanto escribimos o creamos, tiene una simbología porque nace desde lo más profundo de nosotros y quién sabe cuantos hechos e imágenes se esconden detrás. Misterios ignotos imposibles de descubrir.
ResponderEliminarNo obstante, a mi los cuentos me gusta disfrutarlos tal y como los aprendí desde chica, con sus enanos y sus ingenuidades.
Quiero seguir siendo niña.
Admiro tus entradas tan llenas de conocimiento y sabiduría.
Puro placer para la mente.
Yo cuento como me contaron. Analizar el texto es otra historia.
Eliminarme gusta mucho leerte siempre aprendo cosas y me encanta, gracias
ResponderEliminartienes un premio en mi blog
besoss
Gracias por acordarte de mí, voy a verlo.
EliminarSiempre se han visto pornos eróticos , en torno a este cuento ,y la verdad que son muy sugestivos ! y ahora con tu visión lo confirmas ! besoss
ResponderEliminarLo fundamental para los humanos está en los cuentos.
EliminarTrès joli post ! Cath
ResponderEliminarMerci, L’histoire est intéressante.
EliminarIntereante, seria bueno que se realizara interpretaciones de los otros cuentos. La moraleja oculta.
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