María Luisa Arnaiz
Im Atelier, Leo Putz
Tu sexo negro, suave como un plumón de pájaro,
entre las sedas blancas, amarillas y malvas
era como un faro de sombra para mis ojos
en un revuelto mar de tibias olas pálidas.
entre las sedas blancas, amarillas y malvas
era como un faro de sombra para mis ojos
en un revuelto mar de tibias olas pálidas.
Un aroma sutil como de islas exóticas
en la tibieza suave de tus muslos flotaba.
¡Naufragué locamente, sin orden ni sentido
en el ambiente de tus faldas perfumadas!
en la tibieza suave de tus muslos flotaba.
¡Naufragué locamente, sin orden ni sentido
en el ambiente de tus faldas perfumadas!
Con qué tristeza, luego, como en un alba débil
de suaves nubes blancas, amarillas y malvas,
vi apagarse la luz de sombra de la noche
desde el hastío indolente de la playa…
de suaves nubes blancas, amarillas y malvas,
vi apagarse la luz de sombra de la noche
desde el hastío indolente de la playa…
Juan Ramón Jiménez, “Libros de Amor”
NOTA: “Libros de Amor” se editó por primera vez en 2007
aunque Juan Ramón escribió el poemario entre 1912 y 1913.
Un poema lleno de sensualidad en un Juan Ramón un tanto desconocido en esta faceta para el público. Y lo borda.
ResponderEliminarPrecioso, Mª Luisa, como el cuadro que lo ilustra.
Un abrazo.
Den Ausdruck in der Tiefe dieser Gemälde, das kein Foto so vermitteln...
ResponderEliminarLieben Gruß
CL
Has elegido un cuadro bellísimo para encabezar este poema de Juan Ramón. Me gusta con qué rapidez pasa del deslumbramiento del amor a la relativa frustración. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarSensualidad y pasión frenadas por el paso de un tiempo irreversible.
ResponderEliminarJuan Ramón posee una sonoridad y delicadeza únicas.
Excelente poema y espléndida pintura.
Un fuerte beso, querida Marisa.
Cuánto me alegra, Isabel, la apreciación de la belleza, porque significa que no me aventuro sola en lo desconocido. Un beso.
ResponderEliminarI'm very grateful for you opinion!
ResponderEliminarYa sabes, Isabel, la juventud tiene esos arrebatos, de ahí que el cuadro proporcione el contrapunto femenino.
ResponderEliminarBesos.
Cómo se apodera de tí, Antonio, la delicadeza.
ResponderEliminarBesos.
Preciosos todos los posts. Es muy agradable ver y leer lo que publicas. Me ha gustado tu blog.
ResponderEliminarQué bonito el romanticismo.
Abrazos.
Cuánto te agradezco tus elogiosas palabras, Silvia.
ResponderEliminarCordiales saludos.
Precioso el poema y el cuadro. Bonita combinación. COnfieso que no conocía esta faceta del poeta de Moguer. Me encanta como escribe pero...nunca me ha gustado como hombre, fue muy mala persona con su esposa, Zenobia Campubrí, de gran valía artística, por cierto.
ResponderEliminarBueno, María Isabel: Juan Ramón era un pagado de sí mismo pero un gran poeta.
ResponderEliminarUn abrazo.
porque preconcebís que es una mujer y no un hombre?? jejeje
ResponderEliminarrealmente si pensáis fríamente... podría ser cualquier genero no?
Bueno, ZeBy@, hay un problema con la palabra "faldas", ¿no crees?
ResponderEliminarSaludos.
A menos que sea un escocés. Es una broma
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