TROVA CAZURRA
María Luisa Arnaiz
Igor Voloshin
(fotografía)
Cuenta ficticiamente el
Arcipreste de Hita en uno de sus poemas que, estando sin compañía, puso sus
ojos en una mujer “non santa” y
encomendó a un compañero el predisponerla a su favor, pero este “sópome el clavo echar / él comió la vianda /
e a mí fizo rumiar”. El “grand
escarnio” ocasionó esta “trova
cazurra” que transcribo actualizada:
Mis ojos no verán luz
pues perdido he a Cruz.
Cruz cruzada, panadera,
quise para compañera:
senda creí carretera
como si fuera andaluz.
Con una embajada mía
mandé a Ferrán García
le rindiese pleitesía
y me sirviese de dux.
Dijo lo haría de grado:
de Cruz llegó a ser amado,
me obligó a rumiar salvado
y él se comió el pan más duz.
Le ofreció, por mi consejo,
mi trigo que ya era añejo,
y él le regaló un conejo
¡el traidor, falso, marfuz!
¡Dios confunda al mensajero
tan astuto y tan ligero!
¡Dios no ayude al conejero
que la caza no me aduz!
Sigue la copla con
estos versos originales en cuaderna vía:
Cuando la cruz veía, yo siempre me
omillaba,
santiguávame a ella do quier que la
fallaba,
el compañero de cerca en la cruz
adoraba,
del mal de la cruzada yo non me
reguardaba…
Igor Voloshin
(fotografía)
Es evidente el
valor polisémico o connotativo de algunos vocablos que hoy, como ayer, dan pie
por el doble sentido al juego semántico y a la irreverente intención de que se
vale Juan Ruiz. En primer lugar señalaré el iluminador nombre de la
panadera, Cruz, que alude a la pasión del Nazareno y a la del yo poético, hecho
probado por ese “clavo” referido al Crucificado y al fornicio; en segundo lugar traeré algunos ejemplos de
obligada aclaración. Por la tradicional mala reputación de las
panaderas (‘horno’, órgano sexual) y por ser “pan” eufemismo de los genitales
femeninos (‘bollo’, ‘pain au lait’, ‘crumpet’), se entienden las
insinuaciones “rumiar
salvado” y “mi trigo que ya era añejo”, esto es, el narrador se autosatisfizo aunque hubiera deseado copular por estar seguramente
mucho tiempo sin hacerlo; por la similitud entre Ferrán y Judas se
entiende la traición; por comer “pan”, la relación carnal y comulgar; por
humillarse y santiguarse ante la cruz, masturbarse; por adorarla (de ‘ad’ y
‘os-oris’, boca), un hipotético cunnilingus…
Valgame diosss, Marisa, le has contado hasta los pelos del bigote a la panadera. Como siempre, ilustrador y divertido. Un abrazo.
ResponderEliminarEntretenido e interesante. Me gustan mucho esas anécdotas y explicaciones. Gracias.
ResponderEliminarSalu2, Mª Luisa.
No podré jamás contarlo tan bien, mas se me pierde la mirada ante tal mujer
ResponderEliminarEs lo que tiene beber del Arcipreste, que te saca las sonrisas. Muy interesante, entretenido y divertido. Un abrazo
ResponderEliminarPara mí, bastante más ilustrador que divertido. Como siempre me asombra y envidio (de manera sana) tu conocimiento y formación. Un placer haber encontrado y poder visitar tu espacio. Un besote.
ResponderEliminarMi aplauso divertido y admirado. Lo que se te escape a ti...
ResponderEliminarMi admiración por estos agradables y enjundiosos acercamientos a la poesía del Arcipreste y la pormenorizada explicación de sus giros y tradiciones.
ResponderEliminarGracias y un abrazo.
Amiga,no se que decir,me dejas con la boca abierta de los conocimientos en tantos temas aqui presentados. Buen trabajo!
ResponderEliminarUn abrazo.
" el narrador se autosatisfizo" Un gaucho de estos lares diría: "EL BUEY SOLO BIEN SE LAME"... Saludos Arnaiz ! (siempre tan interesante tú)
ResponderEliminar!Hola,Marisa!
ResponderEliminarNunca salgo de tu espacio sin haber aprendido algo nuevo y que me ayuda mucho en mi intención de adquirir cultura,estoy hambrienta de ella.Muchísimos besitos.