María Luisa Arnaiz
Portada del libro “Je
t’aime”, detalle, Roland Topor
La palabra
‘himeneo’, canto nupcial, boda y oportunísimo dios que presidía los esponsales, proviene
etimológicamente, como sabrán, de ‘himen’, membrana. Si empiezo hoy tan
filológica es porque al fin Bárcenas ha roto la que sellaba los labios de
Cospedal sin que haya habido coyunda de por medio que se sepa. ¡Qué hazaña! Y
es que la señora debe haberse puesto en manos de alguna celestina, como aquella
de la que afirmaba Sempronio: “pasan de
cinco mil virgos los que se han hecho y deshecho por su autoridad en esta
ciudad”, para que pudiera nombrar de cara a la galería, claro, a quien por
eufemísticos braguetazos contables se ha hecho dueño de su partido. Y a tal
extremo ha sido zurcida su virtud que, remontándose subliminalmente a la “noche de los cristales rotos”, ha comparado el escrache con virginales palabras, “se iba a señalar a las casas… Y decían:
están ahí y por lo tanto tenéis que ir a atacar”. ¿Que alguien carece de las claves
para comprenderla? Amplía: “¿Pero
esto qué es?... Esto es nazismo puro”. Pienso en la grey que se apostaba
delante de las clínicas donde legalmente se podía abortar: escrache puro. ¡Es tan fácil desambiguar el pensamiento “pepé”!
Muy bueno, si señora, pensaba escribir sobre el origen del escrache (scratch, arañar, escocer, uñas afiladas, etc. ya se sabe), pero tu entrada ha superado con mucho mis intenciones, ya veremos en que se queda si es que llega. Bss.
ResponderEliminarMe alegra que pensáramos en algo parecido.
Eliminar¡¡Que viva, que viva!!!, la República, digo.
ResponderEliminarClaro, ¿quién iba a ser si no?
EliminarMuy buena tu entrada y el comentario
ResponderEliminararriba y un urra por la republica que se pierde con el autoritarismo de los que dicen ser de la democracia
un beso enorme Carmen
Ignoro a la gente autoritaria.
EliminarNi gobernantes, ni líderes, ni leches: una insaciable camarilla de sinvergüenzas sin escrúpulos que sólo defienden sus privilegios e intereses.
ResponderEliminar¡Panda de gualdrapas! Contradictoriamente, bien forrados.
EliminarJa, ja, ja... ¡Qué bueno!
EliminarA río revuelto... ya se sabe. Qué tiempos vivimos... La decadencia impera en las mentes y en los corazones. Ya nadie se fía de nadie.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo de la Cospe es un exceso sin paliativos.
EliminarComo siempre hilando tan fino, querida María Luisa.
ResponderEliminarDesde luego no se le puede negar al "pepé", ser especialista en "virgueras" y escarches.
Besos
Si hablar de nazismo los reconcilia con ellos mismos, ¡puag!
Eliminarimpresionante post. Qué más se puede añadir?!
ResponderEliminarNada más que un abrazo para ti.
EliminarGracias por pasar por aquí; también fui a su blog.
ResponderEliminarNunca la poesía ha sido tan precisa como está lírica entrada de María Luisa sobre el cinismo...
ResponderEliminarDe cinismo e inoculación vírica se trataba.
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