María Luisa Arnaiz
Lady Plastic, José
Luis Corella
En “Memorias del
abate de Choisy vestido de mujer” cuenta el cura François-Timoléon de Choisy
que no tuvo ningún problema en vestirse con prendas femeninas y ejercer su
ministerio, añadiendo que oír llamarse ‘señora’
satisfacía su ego, “Oh, señora…¿es posible
veros y no amaros?” escribe que le dice Charlotte, una jovencita a la que
persuadió de que vistiera de hombre y “así
tuve el placer de tenerla con frecuencia de varón y, como yo era mujer,
formábamos un verdadero matrimonio”. Es evidente que conducirse como mujer
le ahorraba el trabajo de seducir a las féminas, de modo que iba de un lance
amoroso a otro. Su proceder fue opuesto al de Charles d’Éon, que pasó
cuarenta y nueve años en atuendo de hombre y treinta y cuatro de mujer. Certifica
el cirujano Copeland: “He reconocido y
disecado el cuerpo del caballero d’Éon en presencia de M. Adair, de M. Wilson y
del padre Eliseo y… he hallado los órganos masculinos de la generación perfectamente
formados en todos los aspectos”. Y es que los ingleses suscitaron la duda de si Charles era mujer u hombre para etiquetarlo finalmente de
hermafrodita. Pero, en 1772, al ser pronunciado su nombre ante el canciller
Woronzof, refugiado en Inglaterra, se “confirmó” que era mujer pues él lo conocía como Lia de Beaumont, lo que
creyó Luis XV al recibir esta carta del conde Broglie: “Drouet me ha asegurado… que el tal d’Éon era mujer y que poseía todos
los atributos de la femineidad”. Digamos que si el abate quiso que le creyeran
por su apariencia, el caballero la rechazó para afirmar su masculinidad.
Todo un placer, haber llegado hasta aquí y, conocer tu blog.
ResponderEliminarYa tienes una nueva seguidora.
Un beso
Nela
Lo mismo te digo. Seguiré visitándote.
EliminarNada es lo que parece ni antes, ni ahora.
ResponderEliminarY nunca mejor dicho lo de “las apariencias engañan”.
EliminarSORPRENDENTE, COMO SIEMPRE, MARÍA lUISA. MB
ResponderEliminarMe gustó más la vida del caballero.
EliminarJa, ja, supo aparentar las dos cosas. ¿O las era de verdad? En cualquier caso, eso de poder elegir sexos según el propio gusto, no deja de tener su morbo y su encanto. Yo soy tan tonta que, en caso de poder elegir, creo que elegiría seguir siendo mujer. Besazos, querida amiga.
ResponderEliminarMe gusta nuestro sexo. Y el de ellos también.
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