DÉBORA Y JAEL
María Luisa Arnaiz
Mujer hebrea con los
atributos de Jael, Bartolomeo Veneto
En el capítulo
cuarto de “Jueces” se puede leer que Jehová utiliza a Débora, gobernadora de
Israel, como pitonisa para que su pueblo alcance una victoria. Ella llama a
Barac y le dice: “Ve, junta a tu gente… y toma contigo diez mil hombres… y yo
atraeré hacia ti… a Sísara… con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus
manos... mas no será tuya la gloria de
la jornada… porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara”. ¿Y qué ocurrió?
Que Jabín, rey de Canaán, fue vencido y Sísara fue a refugiarse a la tienda de
Jael, mujer de Heber, que le dijo: “Ven, señor mío, ven a mí; no temas”. Él le
pidió agua, ella le ofreció leche y lo tapó para que reposara. Antes de dormirse,
le rogó que se apostara en la puerta y no le dijera a nadie que estaba allí. Al
poco Jael cogió un martillo y lo mató clavándole una estaca en la cabeza. Así
se cumplió la profecía del vengativo Dios.
¡Anda que no hay crímenes espantosos en la biblia! Me recuerda a las películas "gore".
ResponderEliminarLos pintores recrearon la historia a gusto aunque yo elegí un cuadro aséptico.
EliminarMiedo da saber cual es la forma en que se cumplieron las profecías, María Luisa.
ResponderEliminarMe encantan estos relatos.
Feliz noche.
Dirán que si las de los paganos, las del otro hemisferio…
Eliminar