María Luisa
Arnaiz
Emilia Castañeda
¡Ah, que no se extinga esta llama!
Enardece mi alma aterida,
cruel y dulce voluptuosidad,
supplicem exaudi, Diva!
Diosa en el aire derramada,
llama oculta que nos incita,
escucha un alma temblorosa
que un canto sacro te dedica.
Sé mi reina, voluptuosidad,
hecha de ensueño y realidad,
con la apariencia de una sirena,
o para mí, fantasma divino,
vierte ese raro místico vino
con que la copa jamás se llena.
Enardece mi alma aterida,
cruel y dulce voluptuosidad,
supplicem exaudi, Diva!
Diosa en el aire derramada,
llama oculta que nos incita,
escucha un alma temblorosa
que un canto sacro te dedica.
Sé mi reina, voluptuosidad,
hecha de ensueño y realidad,
con la apariencia de una sirena,
o para mí, fantasma divino,
vierte ese raro místico vino
con que la copa jamás se llena.
Charles Baudelaire, “Las flores del mal”
bien, maría luisa, BIEN. MB.
ResponderEliminarDisfruto releyendo pero mi francés...
EliminarAy, Baudelaire... Si te dijera que de joven comencé a traducir sus "fleurs du mal"...
ResponderEliminarBesos siempre.
Anda, lo mismito que yo.
EliminarLeí "Las flores del mal" por primera vez en el Parque del Retiro. La sola mención de su título me trae inevitablemente a la memoria "El Ángel caído".
ResponderEliminar¡Cuántas clases me fumé el año que las "conocí"!
EliminarSupo tratar con esmerada ligereza y sofistificación los temas más graves. Un abrazo
ResponderEliminarY hoy se sigue buceando en él.
Eliminar¡Baudelaire! Murió mi mujer y soy libre/ Puedo beber hasta explotar./Cuando sin un cuarto volvía/me destrozaba con sus gritos//Soy tan dichoso como un rey...
ResponderEliminarY tan "Flores del mal" Es la otra realidad.
Un abrazo.
Un poeta maldito para la biempensante sociedad.
EliminarLinda plegaria.
ResponderEliminarY como bien la titula: de un pagano.
EliminarMe gusta Baudelaire.
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