María Luisa Arnaiz
Brian Scott
“Los Cenci” es un
sórdido relato stendhaliano sobre el abuso de autoridad paterna, que por su
frecuencia y disimulo en las sociedad se relaciona con las víctimas de estupro
o de pederastia. Resumo: Francesco Cenci, rico gracias a la fortuna amasada por
su padre como ministro de Hacienda del papa Pío V, se consideraba un don Juan y
fue asesinado a los setenta y un años por unos sicarios contratados por su hija de dieciséis, a la que
mantenía como esclava sexual propinándole brutales
palizas. Pese a pedirlo los romanos, el papa Clemente VIII no perdonó a la
parricida, que murió ejecutada. Pues bien, dada la afrenta pública que supone
confesar ser objeto de vejaciones de toda índole, se comprende el silencio de
la mayor parte de las mujeres que muere por ser
“propiedad” de quien ejerce la coacción. Pasar por esta situación y denunciar a
los violadores y posibles asesinos son difíciles pasos pero, cuando se denuncian, si se mira para otro
lado, la reducción a la nada de la víctima debe ser horrible. Hoy ha muerto otra mujer delante de sus hijos de siete y cinco años a manos de su ex pareja y el cardenal
Mahony, encubridor de los curas que prevaliéndose de su autoridad abusaron de menores, mira para otro lado porque quiere elegir papa. ¿Cuánto corrompe Roma?
Esta claro...el poder corrompe y es corrupta..sea del tipo que sea..
ResponderEliminarPasando a otra cosa , no se como aun no era seguidora tuya, Maria Luisa , me gusta mucho tu blog , y aumenta mi cultura.Siempre que pueda entrare a saludar . besos
Efectivamente, en la esfera del poder anida la corrupción.
Eliminar!Hola,Maria luisa!
ResponderEliminarUn relato escalofriante.Pienso q quien se corrompe es porque ya tiene predisposición para corromperse.El impulso ,para ejercer las malas acciones, se lo da el poder q pueda llegar a conseguir.
Me ha fascinado tu historia,triste,pero fascinante.Muchos besitos,maría luisa.
Quizás la predisposición de que hablas sea adquirida por educación.
EliminarDoña María Luisa, con todo respeto, ¿me puede explicar la concomitancia entre el último caso (tremendo) de violencia doméstica y el de un malhadado cardenal al que la corrupta Roma ha sancionado, despojado de todos sus cargos y prohibido hablar en público, entre otras cosas? ¿Es que la Iglesia ampara el degüello de las esposas? No voy a ser yo quien tenga que defenderla, ni disculpe sus trapos sucios, pero es que no me gusta comulgar con ciertas ruedas de molino del discurso habitual.
ResponderEliminarPor cierto, no sé si sabe que en países donde la funesta Roma ha siglos que no ejerce su influjo (por ser luteranos o últimamente por ser más bien tirando a ateos), las cifras de violencia doméstica son mayores que las de España (un apabullante 40 ó 50%); esto último no lo digo por lo del ya sabido mal de muchos... sino porque creo que debemos replantearnos la visión del asunto.
Un saludo muy cordial.
Explico mi breve entrada:
Eliminara) Exordio: Cuestión tabú.
b) Narratio: Un hecho: “Los Cenci”.
c) Argumentatio: Situación de las víctimas de abusos.
d) Peroratio: Casos para conmover.
Yo no llego a una conclusión sino que cito dos casos de actualidad: en uno y en otro, las víctimas están silenciadas; en el primero, el agresor será juzgado, en el segundo, los agresores están protegidos.
En España se ha concienciado sobre el tema: ahora hay “recortes”.
En lo que yo sé (pero puedo equivocarme), no es cierto que los casos de pederastia de los clérigos no se castiguen penalmente: se les obliga a confesar (desde Roma) y la justicia sigue su curso. Eso es lo que tengo entendido, pero puedo estar equivocado.
EliminarSea así o no, eso es cuestión de hechos; sin embargo, su respuesta no responde con verdaderos argumentos, sino que es un buen y abigarrado ejemplo de lo que en lógica se llama falacia de la ignorancia del argumento, dicho castizamente, "salir por peteneras". En la proposición final creo notar además cierto intento de la variante "tu quoque" (vulgo "y tú más") de la falacia "ad hominem", como si yo fuera rajoyano o algo así (pues va lista).
Como ve, yo también puedo echarle pedantería y tratar al contrincante dialéctico como si fuera menso. La diferencia es que yo he expuesto argumentos y Vd. une el tocino con la velocidad. Siguiendo esa falsa lógica, podemos afirmar, por ejemplo, que, como hubo abusos sexuales en la acampada de la Puerta del Sol, todos los indignados o bien abusan o bien ocultan los abusos, inferencia que me parecería insostenible. Pero yo sólo citaría dos casos que entonces estuvieron de actualidad, y más cercanos entre sí que los que Vd. cita.
Para acabar, con su respuesta uno entiende por qué, desde Sócrates, la retórica es para la filosofía la enemiga de la verdad.
Vd. lo pase bien
"Sobre esta piedra edificaré mi iglesia". Habría que demoler el Vaticano, buscar esa piedra y arrojarla sin demora a las entrañas del Etna.
ResponderEliminarTu relato, como siempre, está perfectamente hilado -hasta la entrelinea- de principio a fin.
Un abrazo.
Los imperios desaparecen pero como este no es de este mundo, me uno a tu propuesta.
EliminarOlá Maria Luisa,
ResponderEliminarEsta é uma realidade não de hoje mas de sempre da Igreja Católica. Infelizmente só agora se fala.
Beijinho
(Posso escrever em Português, sim?)
Sí, siempre han existido los abusos en la Católica. Es mejor darlos a conocer y juzgar a los transgresores.
EliminarComparto al 100% tu artículo, tu sentir y tu rabia, si, lo que mas sirva para difundir esa hipocresía que desde siglos se mantiene alrededor de esta penosa forma de pensar y de actuar, María Luisa.
ResponderEliminarCreo que es bueno volver de vez en cuando a estos temas.
EliminarY cuanto tonto se deja seducir por la iglesia hasta perder los auténticos valores.
ResponderEliminarMe pongo indignada. De verdad.
Habrá quien sepa discernir pero no se puede ser cómplice.
EliminarLa arpía mitrada, milenario palimpsesto de atrocidades, crimen perpetuo contra la vida... Eres lo contrario del Amor y, ahí estás, en su bifronte: Roma
ResponderEliminarLa multinacional más crapulosa: se enriquece a costa de promesas en el más allá.
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