María Luisa Arnaiz
Pawel Kuczynski
Siempre he tenido
predilección por ciertos sufijos que apenas han generado palabras en español e
invariablemente me he preguntado el porqué. ¿La paradoja de que el aumentativo
-on denote carencia?, ¿afecto por la menudencia del diminutivo -isco? Emplearé
algunas palabras tras leer que “el
aspirante (Romney)…acusó (a Obama)
de centrar sus esfuerzos en aprobar su
reforma sanitaria en lugar de…resolver los problemas económicos”. Lamento
lo que nuestro ansarino presidente -pollo de “ánsar”, ¿recuerdan?- ha permitido
en la Sanidad
pública, o lo que su ministro *pelón
tolera en las aulas, o en Justicia el *nacarón.
Renegando de cuantos creen que el *bridón
no daña a los ciudadanos, pongo *asterisco
a quienes jalean que se cure en la privada el *menisco, que los escolares se agrupen a *carretón y que los *moriscos
paguen por lo que no tienen culpa. Ojalá nadie quede *rabón por el *pedrisco en la isla volante de Gulliver.
Pelón: que no tiene pelo. Nacarón: nácar de mala calidad. Bridón: brida pequeña. Asterisco:
de ‘aster’, “estrellita”. Menisco: de
‘mene’, “media lunita”. Carretón:
carro pequeño. Morisco: moro
bautizado. Pedrisco: piedrecitas de
hielo. Rabón: que no tiene rabo.
Ja, ja, un juego muy divertido. Lástima que el contenido no lo sea en absoluto. Mucho me temo que terminaremos como esos pingüinos, despeñándonos. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarCompleja situación, espero y deseo que seamos mas listos que los pingüinos y busquemos otro recorrido. Buen trabajo.
ResponderEliminarSaludos.-
Gostei muito Maria Luisa ...Que sejamos mais sensíveis com a vida ...com um beijo e meu carinho Pedro Pugliese
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ResponderEliminarObrigada por partilhar estas palavras e imagens.
Olá Maria!
ResponderEliminarObrigado pela visita!
Um fim de semana agradável e cheio de sorrisos!
Abrace-o com amor!
*ELENA*
Lógicamente un despeñamiento de otra índole, pero el desastre está consumado.
ResponderEliminarSalud y muchos besos, Isabel.
Si no somos gregarios, mal que nos pese, saldremos adelante.
ResponderEliminarUn abrazo, Juan Antonio.
La vida ante todo, pero ¡ay, cuánto cuesta vivirla!
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo, Pedro.
Hola, And: gracias por tu comentario.
ResponderEliminarBesos desde España.
¿Qué tal, Elena?: te deseo lo mejor por tu amabilidad.
ResponderEliminarBesos.