IMPLÍCITO Y EXPLÍCITO
María Luisa Arnaiz
Harold Muñoz
“-¡Vete a buscarme un
coche!... (Son las
once de la noche.)
-¡Ah León!...
¡Verdaderamente…, no sé… si debo…
-¿A dónde va el señor?
preguntó el cochero.
-¡A donde usted
quiera! dijo León metiendo a Emma en el coche.
Y la pesada máquina se puso en marcha. Bajó
por la rue Grand-Pont, atravesó la
Place des Arts, el Quai Napoleon… y se paró…
-¡Siga! dijo una voz
que salía del interior.
El coche partió de
nuevo… entró al galope en la estación…
-¡No, siga recto!...
El coche salió de las
verjas… Siguió caminando a lo largo del río… Se paró por tercera vez ante el
Jardin des Plantes.
-¡Siga caminando!
exclamó la voz con más furia.
Y enseguida, reemprendiendo su carrera, pasó
por…
En mitad del día, en pleno campo… una mano
desnuda salió por debajo de las cortinillas de lona amarilla y tiró pedacitos
de papel… hacia las seis, el coche se detuvo en una callecita… y se apeó una
mujer con el velo bajado que echó a andar sin volver la cabeza.”
“Madame Bovary”, capítulo primero, tercera parte,
Flaubert
Harold Muñoz
“Fuera de la ciudad, la noche estival se
remansaba en sosiego. Por el camino de la venta… un tintineo de cascabel
delataba al coche que venía… echada la capota, apenas visibles las piernas
entrelazadas de aquella pareja, cuyas caricias favorecían, con la complicidad
del cochero, la soledad y la penumbra.
Al balanceo del coche iban anónimos él y
ella, levantados por el deseo a un rango donde el nombre no importa…
Entrelazados no en amor (qué importa el amor, subterfugio desmesurado e inútil
del deseo) sino en el goce puro del animal, cumplían el rito que les ordenaba
la especie… Así se perdían a lo lejos…”
“Sortilegio nocturno”, fragmento, Luis Cernuda
la imagen es preciosa. Y el texto lo he seguido mentalmente...conozco bien esas calles
ResponderEliminarDe ahí a la canción ésa de "qué difícil es hacer el amor en un Simca 1 000...".
ResponderEliminarLa novela, una delicia. Qué recuerdo más bueno me dejó.
ResponderEliminarY de Cernuda qué decirte... Me encanta.
En ambos, el deseo, ese motor que nos inunda y nos nubla a los humanos.
Para enlazar y que tengan sentido dos textos de diferentes plumas, tiempos y contextos hay que ser muy leída.
ResponderEliminarMuy agradable de leerlo, no importa cuantas veces.
Unos abrazos
Leí y por varias veces Madame Bovary, no así la de Sortilegio nocturno, tomo nota para hacerlo.
ResponderEliminarAprendí del alma y en ello continúo. GRACIAS¡¡
Besos muchos ♥♥♥
Maravillosos fragmentos en los que se entrelazan el deseo y la pasión.
ResponderEliminarPor cierto, ayer fue el cincuenta aniversario de la muerte de Cernuda.