FALSO TESTIMONIO

SOBRE VELÁZQUEZ

María Luisa Arnaiz

Las meninas, detalle, Velázquez, 1656

   Es común opinión que Velázquez trató de disimular sus orígenes y que por gracia de su valedor, Felipe IV, se vio ennoblecido con el hábito de Santiago cuyo emblema añadió a su autorretato en “Las meninas”. Otra vez surge la polémica en torno a esta obra dado que el profesor Díaz Padrón afirma que la hasta ahora tenida por copia del yerno del sevillano, Martínez del Mazo, no es sino el ‘modeletto’ de la que cuelga en El Prado. Como ambos cuadros se expondrán en Madrid y se podrá comprobar la ausencia de la cruz de Calatrava en el pecho del gran pintor, me inclino a reproducir uno de los falsos testimonios que se adujo para la obtención de la prebenda real en contra de la Orden de Calatrava. Este lo aportó el pintor protegido de Velázquez Carreño de Miranda. “… se reciuió por testigo a Juan Carreño Miranda… el qual juró en forma de derecho y dixo que abrá casi treinta y quatro años que conoce a Diego de Silua Velásquez, pretendiente y ayuda de cámara y aposentador de palacio de Su Magestad… por comúnmente le llaman y llamauan el seuillano, que le tiene por noble e hijodalgo al vsso, fuero y costumbre de España y por limpio christiano viexo, sin raça de judío, moro o conuerso en ningún grado y que no le toca penitencia secreta ni pública por la Inquisición ni otro tribunal, porque no a oido cosa contra la limpieça ni nobleça del dicho Diego de Silua Velásquez, antes siempre a oido es de la buena sangre en nobleça y limpieça… que siempre le a conocido tratarse con mucha estimazión y lustre, y no saue aya tenido ocupación ni oficio yndecente… porque aunque es verdad que comúnmente le llaman el pintor del rey nuestro señor, el testigo sólo saue que a cuidado y cuydado del aliño de palacio y nunca a llegado a su noticia tubiese tienda ni obrador… ni que aya vendido pinturas por si, ni por tercera perssona… todo lo qual es la verdad”.

 Las meninas del Kingston Lacy y las del Prado