lunes, 17 de junio de 2013

NYMPHETS

FEMME FATALE

María Luisa Arnaiz

Julia Morozova (fotografía)

   De algunas niñas opinaba Nabokov: “Entre los límites de los nueve y los catorce años surgen doncellas que revelan a ciertos viajeros embrujados, dos o más veces mayores que ellas, su verdadera naturaleza, no humana sino nínfica (o sea, demoníaca; propongo llamar nínfulas -nymphets- a estas criaturas escogidas)… Hay que ser artista y loco… para reconocer… al pequeño demonio mortífero ignorante de su fantástico poder”. Las ninfas, antecesoras de la mujer fatal, eran vírgenes tenidas por seres benéficos con un gran poder seductor, cuyos atractivos residían en el largo cabello y la encantadora voz; como solían aparecer tejiendo, se las llegó a identificar con la mujer-araña en alusión a la retícula en que atrapaban al hombre deseado. Calipso y Circe fueron modelos de la mujer “bella, exótica, erótica, seductora, sensual, destructora e independiente, que controla su propia sexualidad, siendo precisamente este control carnal lo que la hace letal, puesto que seduce a los hombres vaciándoles «en el acto» de sus poderes vitales” dice Guy H. Wood. La femme fatale es el estereotipo utilizado por las clases dominantes para demonizar a las mujeres.

12 comentarios:

  1. Las clases dominantes siempre jodiendo.

    ResponderEliminar
  2. Ya me imaginaba yo algo así, María Luisa. Ahora, ya, estoy seguro. Gracias, fui seducido por una mujer fatal que me sigue teniendo felizmente atrapado.

    ResponderEliminar
  3. Une très belle photo... et une très belle explication pour la femme fatale qui est toujours celle que vous messieurs sera chère à votre coeur.
    Gros bisous

    ResponderEliminar
  4. Porque las llaman fatales? Acaso puede ser fatal el amor? Bienaventurado quien ha sido presa de semejante hechizo, mas aquel que como desenlace de su idilio escoge la amargura, lo hace por ignorancia de la dialectica del amor (y de la vida). Cada flor tiene su propia primavera y un aroma diferente a cada instante, que nunca podra ser aspirado dos veces.

    ResponderEliminar
  5. Pero, ¿todavía está vigente eso de las clases sociales? Y, ¿disponen éstas de un departamento dedicado a fabricar estereotipos de dominación/demonización de la mujer? ¿Es la infanta Cristina una mujer fatal? Lo de las clases sociales al fina ha quedado poco natural y abrupto.

    ResponderEliminar
  6. Admitir es una palabra generosa, condescendiente, de la gama alta del lenguaje. Me recuerda a Dante:"Benignamente de humildad vestida".

    ResponderEliminar
  7. las ninas que apenas crecen sus pechos tien el maximo erotismo q naturaleza puede brindar

    ResponderEliminar