EFECTOS PSICODÉLICOS

SALIDA DEL TÚNEL

María Luisa Arnaiz

Nubilis, Dino Valls

   En 1938 A. Hofmann y A. Stoll sintetizaron la dietilamina del ácido lisérgico, conocida como LSD, y el primero describió su intoxicación, al probarla en 1943, como sigue: “Sentí angustia, vértigo y visiones sobrenaturales, al mismo tiempo que un profundo sentimiento de paz y libertad”. Tengo por recurrente y tópica la imagen de quienes pasan por una muerte aparente y vuelven del más allá contando que atraviesan un túnel en cuyo final hay una luz fulgurante y que sienten una paz envidiable. Por lo visto la idea es universal y parece estar representada, no por casualidad, en la “Ascensión al empíreo” de El Bosco. Son numerosos los testimonios de personas que han experimentado vivencias de nacimiento y muerte con resurrección después de haber ingerido alucinógenos o de meditar y mortificar el cuerpo conforme a sus creencias. Pues bien, las reviven como estar flotando en líquido amniótico y viajar por el canal vaginal para nacer tras pensar que estaban muertas. Esto lleva a las observaciones de Satnislav Grof que comprobó que los prisioneros describían de igual modo la recuperación de la libertad que quienes habían salido de la agonía, estableciendo que en tales circunstancias el inconsciente bucea en una zona perinatal y pasa por una serie de fantasías: la primera se relaciona con el inicio del parto, la segunda, de creciente angustia y presentimiento de un peligro inminente, con la apertura del cuello uterino y la tercera, con el nacimiento o salida del “tunel”.

Ascensión al empíreo, detalle, El Bosco