María Luisa Arnaiz
Delia Brown
La escritura fue el
invento esencial e inmaterial que vino a sustituir la memoria. Así se constata
en Platón cuando el rey Thamus, que la rechaza, dice en “Fedra” al dios Thot: “quienes conozcan este arte dejarán la
memoria y harán nacer el olvido”. Pese a que innúmeras generaciones se han
valido de la potencia memorística y a que un quince por ciento de la población
mundial no sabe leer ni escribir, instruirse ha sido aspiración tenida como
oportunidad de acceder a espacios reservados tradicionalmente a las élites.
Asimismo, dado que las mujeres quedaron excluidas de las aulas, cabe decir que
el saber les ha gratificado con cierta independencia y les ha permitido rehuir
los modelos de comportamiento asignados por los hombres. Aun así, la
emancipación femenina de la tutela patriarcal o marital, lejos de ser perfecta
en los países desarrollados, ha llegado a ser real ante la ley y una entelequia
para millones de creyentes (dejo para otra ocasión la subordinación femenina
que exigen a la chita callando los de testículos batientes). Viene esto a cuento
de que ayer hubo dos nuevas víctimas de violencia machista: una española en
Ponferrada y una angoleña en Arganzuela.
Delia Brown
Hay que potenciar la estima.
ResponderEliminar¿De quién? Me quedo en el limbo.
EliminarLa estima de las mujeres maltratadas, por supuesto. Opino que ése es el origen del maltrato.
EliminarHay que potenciar el conocimiento, el respeto, la igualdad, la fraternidad, la libertad... Sólo así puede una sociedad autoestimarse.
EliminarAlgunos tienen tanta soberbia que no soportan que les lleguemos a superar.
ResponderEliminarComo bien dices, debe de ser la testosterona.
Da gusto leerte, Maria Luisa.
Demasiados milenios de patriarcado. Duelen.
Eliminar*Hasta cuando¿ ¡¡¡BASTA YA!!!
ResponderEliminarMuchos enseñan el “copyright” de la situación.
EliminarNo se cuanto tiempo o cuantas generaciones más han de sufrir esta lacra que, sin duda, se resuelve, si se quiere, desde la escuela primaria. Será que no se quiere, María Luisa, pero tendrá que llegar ese día que yo, sin duda, no creo llegr a verlo.
ResponderEliminarBuen artículo, María Luisa.
Feliz noche
La educación alerta pero ¿por qué se calla?
EliminarEl hambre y el machismo son, en mi opinión, las dos lacras más dañinas y espantosas que padece la humanidad y de las que se derivan un sin fin atrocidades. No parece que estén nuestros actuales gobernantes y sus eclesiásticos socios por la labor de erradicarlas, sino más bien al contrario.
ResponderEliminarUnos, lacayos del capital; otros, de una quimera. Y así…
EliminarMachos bravucones estúpidos siempre los habrá, Para mi el problema esta en que las mujeres desde niñas creáis en vuestra propia autoestima y dignidad, sobre todas las cosas, y bajo ningún concepto permitáis un primer asomo de machismo en vuestra pareja. Si marcarais bien vuestro territorio esos cobardes no se sentirían superiores. Si no os respetan no os merecen. (Pienso que el problema lo tenéis en el corazón, si amáis, decís "ya cambiara", y no cambian sino empeoran ante vuestra flaqueza).
ResponderEliminar¿En una sociedad patriarcal el problema es de la mujer? No lo creo.
EliminarLas consecuencias son perjudiciales para todos, especialmente para las mujeres, pero está muy claro que el problema es el verdugo, no la víctima.
EliminarUn trabajo atrevido, sobre todo con la segunda muestra, no me gusta esa violencia.
ResponderEliminarLa escrita tampoco.
A mí tampoco me gusta la violencia y menos esa.
EliminarLa omisión u ocultamiento de la verdad también puede ser un acto violento.
EliminarPassando para visitar vc e o seu blog.
ResponderEliminarHoje dia da terra é uma data indicada para estar aqui.
bjs
selma
http://3fasesdalua.blogspot.com/
Tus pies en la tierra. Gracias por venir a esta.
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