María Luisa Arnaiz
Olga Minardo
La medida
universal del tiempo la constituyó durante varios siglos la sombra del sol, de
forma que los relojes de sol fueron los primeros instrumentos que se
construyeron para fijar el discurrir del tiempo. ¿Cómo se liberó la humanidad del sol? Veamos. La
Iglesia se sumó
al ciclo estacional (Adviento, Pascua florida, etc.), pues la vida venía
marchando secularmente a la par de las estaciones, y controló el tiempo así: maitines, medianoche, laudes, las 3, prima, las 6, tertia, las
9, sexta, mediodía, nona, las 15, vísperas, las 18 y completas,
las 21 horas. A finales del XIII se inauguró en Londres el primer reloj
mecánico: carecía de esfera y manecillas ya que imitaba el sonido de las
campanas (la gente no sabía leer) y a partir de entonces grandes relojes adornaron
las torres de edificios civiles. Sobre 1330 la hora se convirtió en una de las
veinticuatro partes iguales del día y por primera vez una hora significó lo
mismo en todos sitios (hora proviene de “hora”,
‘tiempo del día’; minuto, de “pars minuta
prima”, ‘pequeña primera parte’; segundo, de “partes minutae secundae”, ‘pequeñas segundas partes’).
Olga Minardo
Este tipo de
relojes acarreó la unión de las horas del día y de la noche de forma
impremeditada y, aunque no hubo manecilla hasta el XV para marcar las horas en
la esfera que se dice inventó Jacopo de Dondi en 1344, el tiempo se empezó a percibir
como la suma de momentos distintos y uniformes. El resultado fue que el hombre
se independizó del sol y la realidad se
entendió cuantitativamente, pero como la organización del tiempo procedía de la vida
religiosa y los toques de prima y completas coincidían con el alba y el
crepúsculo, el trabajar “de sol a sol” siguió inmutable. Dos curiosidades: a) IIII en lugar de IV en el reloj de números romanos obedece una vez más a la
influencia de la Iglesia:
para no evocar a Júpiter (IVPITER en latín) ni “tomar el nombre de Dios en
vano”, se alteró la grafía; b) el calendario juliano fue sustituido por el
gregoriano gracias al papa Gregorio XIII en 1582. Llevaba un retraso de algo
más de diez días y se ajustó pasando del 4 de octubre al 15: en España se
aplicó de inmediato, en Inglaterra, en 1752, en Japón, en 1873, en Rusia, en
1918 y en Grecia, en 1923.
Olga Minardo
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ResponderEliminarMira que la iglesia metida en todo...
ResponderEliminarMuy interesante la historia de la medición del tiempo. Ahora hemos vuelto a mirar al sol para que nos acuesten y nos levanten a merced de unos señores que en aras de ahorrar energía (cuando a veces se dejan las farolas todo el día encendidas)nos tratan como a gallinas en una granja, haciéndoles creer que es de día ,con las luces encendidas, para que no dejen de poner huevos.
Como organismo con poder, la Iglesia está infiltrada en todo.
EliminarLo del ahorro de energía cuesta creerlo.
Al leer tu entrada me has traído a la memoria a mi insigne abuelo paterno. El hombre más ateo que he conocido, tal vez fuese ese el motivo por el que nunca miraba la hora en el reloj. Se guiaba por el Sol y la Luna. Y he de decir en su favor que no se equivocaba ni cuando estaba nublado.
ResponderEliminarFue pastor durante más de veinte años, hasta que en 1918 emigró a Francia, donde siguió viviendo en el campo, aunque en otros menesteres.
Cuando era niña solía decirme que la naturaleza era más sabia que los hombres, pero que éstos aún no se habían dado cuanta.
Ha sido bonito rememorar aquel momento gracias a ti, María Luisa.
Besos y abrazos fuera del tiempo.
Tu abuelo, llevaba razón en todo lo que te contó. Aquí, si acaso, sobra el hombre (en la naturaleza digo... o lo que es lo mismo, en cualquier rincón, y sálvese quien pueda...).
EliminarComo bien dijo Jean-Paul Sartre (al que sin duda tu abuelo leería), “El mundo podría existir muy bien sin la literatura, e incluso mejor sin el hombre”.
(Perdona María Luisa que conteste a María José, pero me ha gustado su comentario).
=.0
Tu abuelo era inteligente y tú has dejado su huella en mi página. ¡Hurra!
EliminarTú mismo.
EliminarComo siempre, interesantísimo tema. Yo reivindico el horario solar, como las gallinas. Si el Sol es el "Astro Padre", qué menos que dejarle marcar la hora.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y quien me diera a mí que la Luna marcase las horas...
EliminarTeniendo luz y durante tanto tiempo (más en el sur), nunca he entendido nuestro horario comercial, de clase, de oficinas, etc.
EliminarImprimes romanticismo a la entrada. Gracias.
EliminarMUY BUENO TU RELATO
ResponderEliminarme encanta lo que has contado sumamente valioso para los que no sabiamos
un beso enorme estamos en contacto
Si al pasarte por aquí, aprendiste algo, me siento bien.
Eliminar1582, Papa Gregorio XIII... a éste le da por poner las cuentas al día, y el retraso que llevaba el reloj, que era de algo más de diez días, se ajusta; pues el relojito a las órdenes de la iglesia, no opuso resistencia. Así, hasta hoy... ¡Se debería revisar a fondo tal retraso, pues en nuestro caso, creo que el retraso que llevamos es de algo más de veinte siglos!
ResponderEliminarSalud. 0.0
Científicamente convenía hacer el ajuste. Que lo ordenó un papa, ¡pss! Cosa distinta es el retraso en que nos han sumido “hunos” y el abuso que practican “hotros”.
EliminarDel relato , con la memoria que tengo , solo me he quedado , que las horas minutos y segundos , son un invento moderno.. o algo así !! pero lo que mas me ha gustado son las pinturas de OLGA MINARDO ! Creo que para la próxima temporada , me teñiré el pelo rojo, que chulada ! jajajaj besos Maria Luisa !
ResponderEliminarHay que gustar de todo. Ponte guapa.
EliminarUne très jolie publication...
ResponderEliminargros bisous
Merci bien de votre visite.
EliminarGracias por su aviso pero solo soy lectora de poesía, no compositora.
ResponderEliminarPienso Maria Luisa que lo que más me gusta de tus entradas son las imágenes. Cuanta belleza. No quiero seguir lendo porque con lo que he visto me siento pagada.
ResponderEliminarPero cuando me adentro en tu lectura, que gozada. Eres un pozo de sabiduría.
Es de las mejores entradas que pueden leerse.
Vaya, vaya, con mis distracciones.
ResponderEliminarFa molto piacere intrattenersi nel tuo blog! molto interessante questo scorcio di storia sulla misurazione del tempo ,e l'invenzione dell'orologio !
ResponderEliminarLe figure di Olga mi piacciono molto ,sono morbide, rotonde ,sensuali !Veramente una grande bellezza . Un caro saluto Bianca