VER Y DEJARSE VER
María Luisa Arnaiz
Fabián Pérez
Cuando Stéphane
Mallarmé supo que el “Baile de máscaras en la Ópera” había sido rechazado para
el Salón de 1874, escribió: “Para una Academia (y con ello denomino aquello
en que, entre nosotros, se convierte por desgracia cualquier conciliábulo
oficial) M. Manet es, desde el punto de vista de la concepción de sus cuadros,
un peligro”. Los veinticuatro caballeros con sombrero de copa y vestidos de
negro que han participado en la mascarada -entre ellos, el pintor- permanecen “congelados” junto a alguna que otra colorida
figura. Mas, ¡atención! ¿Qué ocurre en el piso superior? Una enmascarada con botín rojo está a punto de caerse. En “Le
Bar des Folies-Bergère” Manet volvió a plasmar unos botines verdes que respondían a una atracción: los de la trapecista que se balancea en el local de moda
sobre las cabezas de los clientes, que miran y se dejan ver sin importarles
mucho sus picardías y piruetas (Katarina Johns actuó allí en 1881). En ambas escenas
el movimiento es captado por el ojo del espectador inconscientemente, de modo que
su respuesta suele ser afirmativa ante la pregunta de si ha percibido algún
vaivén, alguna agitación, en dichos cuadros.
Le Bar des
Folies-Bergère, detalle, Manet
Me has recordado a Emilio Zola en su libro: "La obra" que habla del impresionismo y los impresionistas y de esta exposición de la que hablas.
ResponderEliminarLas características de pictóricas Claude Lantier, personaje central de La Obra, están basadas en la pintura de su amigo Manet.
Me ha hecho mucha ilusión esta entrada.
Gracias Maria Luisa.
Quería decir: las características pictóricas de Claude Lantier.
EliminarPido disculpas.
No he leído esa obra de Zola. Parece interesante.
EliminarObvio cualquier errata; no te preocupes.
EliminarMe gusta mucho Manet y he disfrutado mucho con tu entrada.
ResponderEliminarTambién admiro al parisino.
Eliminar"Manet en el Prado", fue una de las exposiciones que tuvimos la suerte de disfrutar (allá por el 2003), y con ello "robar con la memoria" esas magníficas obras de las que tan bien, expones con alguna pincelada maestra... Y sí, fuimos testigos mi mujer y yo, de vaivenes y agitaciones varias en su contemplación.
ResponderEliminarAbrazo.
Al margen de estas obras, Manet agita el corazón.
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