María Luisa Arnaiz
Edith Egger
La “jarretera” es una liga con hebilla para
sujetar las medias o los calzones a la altura de la corva o jarrete; también es
la Orden de
caballería más antigua y preciada de
Europa cuyo origen obedece a una
leyenda. Se cuenta que a la condesa de Salisbury se le cayó una jarretera
mientras bailaba con Eduardo III y que este recogió la liga de terciopelo azul
con franja de oro ante su apuro y se la puso en su propia pierna, pronunciando
la famosa frase “Honni soit qui mal y pense”, avergüéncese el que piense mal. Según Clément A. W. Aymés, la
turbación de Catherine Montacute no se debió a la caída de la prenda sino a que
este hecho la delataba públicamente como seguidora de la Vieja Religión y podía atraer
la animosidad de la Iglesia
contra ella. El gesto real salvó el escollo y desde entonces el símbolo de la Orden es una jarretera de
color azul oscuro y borde dorado que lleva inscrita la susodicha frase. Asimismo
interpreta el crítico como una jarretera la cinta que en “El jardín de las
delicias” anudó El Bosco a una de las extremidades de ese raro ser que se
sostiene sobre unas barcas en el panel derecho del cuadro y cree que el cuadro revela la doctrina de los
rosacruces .
Orden de la Jarretera
El jardín de las
delicias, detalle, El Bosco
Da gusto visitarte, María Luisa. Siempre se aprende...
ResponderEliminarAbrazos.
Qué gratificantes son tus palabras. Gracias.
EliminarUno de los cuadros con más simbolismo, lleno de interpretaciones, tantas como miradas.
ResponderEliminarUn abrazo
Tienes razón, me ocuparé de él.
EliminarMe encanta venir por tu casa, siempre es un placer visitarte.
ResponderEliminarUn abrazo
Me halaga tu lectura. Muchas gracias.
EliminarUn placer como siempre leerte.
ResponderEliminarDisfruto el momento. Eso es todo.
EliminarConocía la anécdota, pero no tan bien narrada.
ResponderEliminarEn cuanto a la ilustración de Edith Egger (si es que a ese engendro se le puede llamar ilustración) es verdaderamente espantosa.
Una falsa imagen para un falsa historia.
EliminarUna anécdota muy ilustrativa. Curioso que un accidente fortuito de lugar a una Orden de Cballería.
ResponderEliminarParece que el rey ocultaba otros propósitos al crearla.
EliminarInteresantísimo. Desconocía la historia y la palabra jarretera. Me gusta el detalle que aportas del Jardín de las Delicias. Uno de mis cuadros preferidos por la cantidad de simbolismos que contiene. Gracias por la información y recibe un abrazo.
ResponderEliminar¿Cuándo te refieres a la Vieja Religión, a qué te refieres: gnosticismo, alguna otra propia de las Islas Británicas, alquimista, masonería...?
ResponderEliminarVisto, visto a los rosacruces. Se me pasó justo la última palabra.
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