María Luisa Arnaiz
Oleg Babkin
Ya hablé del cuento de Rodopis, divulgado por Estrabón, en “Pies y sexo”,
antecedente de la leyenda oral que Perrault transcribió en 1697 con el nombre
de “Cendrillon ou La petite pantoufle de verre”; asimismo hablé en “Descubrir
el sexo” de cómo los Grimm variaron el desenlace de Perrault en “Caperucita
roja”. Bien, en “Cenicienta” introdujeron la atroz mutilación de los pies,
presente en todas las versiones excepto en la del francés: “La mayor fue a su cuarto para probarse la zapatilla,
acompañada de su madre, pero no había modo de introducir el dedo gordo; al ver
que la zapatilla era demasiado pequeña, la madre, alargándole un cuchillo, le
dijo: «Córtate el dedo, cuando seas reina no tendrás
necesidad de andar a pie». Así lo hizo…la otra
hermana…aunque los dedos le entraron holgadamente, no podía meter el talón…”
y se repitieron los hechos. Como es sabido, el relato muestra la rivalidad entre
hermanos pero Cenicienta recuerda a la vestal, la virgen que cuidaba el fuego, y es posible que el Cristianismo metamorfoseara dicha figura para hacerla
repulsiva. En cuanto al simbolismo de la zapatilla, todo indica que es el
referente de la vagina y se la señala en pie de igualdad con el anillo de bodas
que el novio mete en el dedo de la novia.
:)
ResponderEliminarDe nuevo otra sonrisa.
EliminarVaya interpretación, he leído algunas pero esta es nueva para mí. Un abrazo
ResponderEliminarPues solo he abierto el tintero.
EliminarCuando lea algo referente al cristianismo, recuerdo el cuento que dura ya más de veinte siglos, y la sempiterna obra teatral a lo largo y ancho de nuestro país, puesta en escena por esos malvados actores que entre todos pagamos... creyentes o no no, ahí estamos todos aflojando el bolsillo. ¿La zapatilla ? Esos actores, calzan botos de Valverde del camino.
ResponderEliminarSalud.
“Mula” se llama a las zapatillas rojas del Papa.
Eliminar¡Pardiez! Qué enrevesada y tortuosa es la mente humana.
ResponderEliminarAciertos y desaciertos del Psicoanálisis.
EliminarHola Maria Luisa. Llego a tu espacio y me gusta lo que veo, así que por aquí me quedo.
ResponderEliminarGracias por propiciar el encuentro. Un abrazo.
Feliz por conocerte.
Eliminarsi se le busca , todo razón de ser , verdad sea o no ! pero el cuento así queda para mayores , y a mi siempre me gusta el dela fantasia infantil , mas humano , bonito y creíble ! besoss
ResponderEliminarMe impresionó esta versión así que cuento la de Perrault.
EliminarEstooo... ¡la vagina, dices?...he debido perderme en el tiempo MªLuisa, porque se me desmoronan las ilusiones infantiles con estas nuevas versiones. Un abrazo
ResponderEliminarUna cosa es leer el cuento de niños y otra interpretarlo de adultos.
EliminarYo no encuenro palabras. Cada vez me sorprenden más tus entradas. Así que por favor deja el tintero abierto y no se te ocurra cerrarlo, porque abres mi mente y la llenas de conocimientos sorprendentes.
ResponderEliminarGracias por estos raticos.
Un abrazo.
Me gusta la divulgación, no te preocupes.
EliminarOhh no puedo creer lo que he leido, es raro nunca LO HUBIERA IMAGINADO
ResponderEliminarun abrazo Carmen,
La alusión al sexo por medio del pie y el calzado se da en Oriente y Occidente.
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