María Luisa Arnaiz
Ray Caesar
Se trata del viejo
dilema, incluido por Chateaubriand en “El genio del cristianismo”, 1802, por el
que probar que la conciencia existe y que no se la puede silenciar. Eça de
Quiroz lo contó así en 1880:
“En el rincón más apartado de la China existe un mandarín más
rico que todos los reyes que nos cuentan las historias y las fábulas. Nada
sabes de él, ni de su nombre, ni de su rostro, ni de la seda con que se viste.
Para heredar sus inagotables caudales basta con que toques esa campanilla que
está a tu lado sobre un libro. El mandarín solamente exhalará un suspiro en los
confines de Mongolia. En ese momento será un cadáver. Y tú verás a tus pies más
oro del que puede soñar la ambición de un avaro. Tú, que me lees y eres hombre
mortal, ¿tocarás la campanilla?”
Dentro de poco se
elegirá al último Papa según san Malaquías (a mi mente viene el retrato de León
X con camauro, lupa, campanilla y biblia, tan minuciosamente pintada por Rafael
que se ve la página cuadringentésima) y me gustaría que fuera verdad. Si hubiera
que tocar la campanilla para que desaparecieran las teocracias, lo haría diciendo
con Bianchon: “¡Bah! Yo ya voy por el
trigésimo tercer mandarín” (respuesta a Rastignac en “Papá Goriot” de Balzac).
El papa León X,
detalle, Rafael
un blog especial Felicidades valentifaineros84.blogspot.com
ResponderEliminarSus tomas hablan de su excelente trayectoria. Gracias por sus palabras.
EliminarQue bueno lo del Camauro, hace juego con la muceta. Creo que por eso se referia Espinosa a "Los enmucetados"·. Un abrazo.
ResponderEliminarDespués de mucho tiempo el que se ha ido lo desempolvó.
EliminarMaria Luisa, a mí también me gustaría que fuera el último y que se acabaran las teocracias.
ResponderEliminarNo sé si será el último, pero que se acaben las teocracias lo veo demasiado lejos todavía.
No creo que se terminen nunca. Ojalá.
Aunque pase lo que pase, el hombre siempre seguirá siendo un lobo para el hombre.
Es su naturaleza.
Quienes se creen elegidos son peligrosos fanáticos. ¡Uf!
Eliminar¡Esa es otra...!
ResponderEliminarEs que no paramos, desde luego aburrirnos no nos aburrimos...
El patio está lleno de atracciones cansinas aunque surgen sobresaltos.
EliminarSoy el primero al que le gustaría una sociedad sin religión: abogo por la extinción total de la misma. Sólo se me ocurre una solución, y esta sería la llegada de seres extraterrestres con el mensaje más importante hasta la fecha, de que dios no existe... como esto, creo sencillamente no ocurrirá, nos queda aguantarnos por los siglos de los siglos: la sociedad en general, no alcanza la madurez suficiente como para prescindir de religiones y utilizarlas como armas de control contra la población.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
El hombre necesita esperanza y hay los que negocian con ella.
EliminarLa verdad es que ojalá no se llegara ya a elegir ni a uno más. Uno ya se aburre de tanta estupidez.
ResponderEliminarSaludos.
Esta multinacional tiene sus activos a la baja y se muestra agresiva.
EliminarMucho me temo que sólo el conocimiento tiene la campanilla para acabar con las religiones.
ResponderEliminarEl conocimiento y la libertad de conciencia.
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