María Luisa Arnaiz
Brita Seifert
“En Rávena…hubo
un joven…Nastagio de los Onesti, que…se enamoró de una hija de micer Paolo
Traversaro…tan cruel y arisca se mostraba la jovencita amada…” Así comienza
la novela octava de la quinta jornada del “Decamerón”, modelo ejemplarizante para
la mujer cuyo resumen hago. Nastagio se suicida cuando es rechazado y la chica, muerta poco después, es castigada por su
indiferencia a un suplicio atroz: cada viernes él la persigue, la mata, le
arranca el corazón y se lo arroja a sus perros; luego ella resucita y se repite
la tortura. Como se ve, el padecimiento continuo es el leit motiv de la historia pues su propósito es domar
la voluntad de las mujeres para que se sometan a los hombres. La mayoría lo
está y sus víctimas no cesan. En el cabecero nupcial de Gianozzo Pucci y
Lucrezia Bini Boticcelli recreó
el cuento como mise en abîme.
Historia de Nastagio
degli Onesti, Botticelli
Nastagio abandona el
campamento y camina absorto por un pinar. Despavorida, aparece una joven
desnuda que huye de dos feroces mastines y de un jinete. Nastagio coge una rama
para ahuyentar a los perros pero el caballero lo disuade y le cuenta su
historia.
Historia de Nastagio
degli Onesti, Botticelli
En el centro el
caballero abre el costado de la joven que yace en el suelo y Nastagio echa a
correr. A la derecha los perros devoran el corazón de la joven y al fondo, en
sentido contrario a la escena anterior, se reanuda la persecución.
Historia de Nastagio
degli Onesti, Botticelli
Las familias de los
novios asisten a un banquete en el pinar para ver el horrible suceso. Cuando se
produce la aparición, Nastagio les cuenta la historia: es la estratagema que
utiliza para persuadir a la desdeñosa joven. Ella, atemorizada, le envía a una
criada (se ve a la derecha) para decirle que se casará con él.
Y a diario parece que el tiempo no ha pasado, que siguen los abusos sobre la mujer.
ResponderEliminarFuerte abrazo, mujer!!!
Es un mal para el que “la ciencia” no busca remedio. ¡Snif!
EliminarEs una entrada magistral y deslumbrante, Maria Luisa. Tanto por la elegancia de tus frases como por los detalles y la meticulosidad con las que explicas todas y cada una de las fotografías.
ResponderEliminarLa jovencita a la que te refieres aún sigue muriendo y volviendo a nacer.
La obra de Boccaccio, está de rabiosa actualidad.
Este tipo de entradas que haces son de las que más me gustan.
Son geniales.
Aunque en la novela el suplicio dura el mismo tiempo que la chica desdeñó al pretendiente, es triste que la mayoría de mujeres siga sometida en todos los sentidos.
EliminarMagnífica hilazón de imágenes y texto, aunque esta historia me gusta bien poquito.
ResponderEliminarUn beso.
¿Cómo nos va a gustar? Es de juzgado de guardia.
EliminarUna gran entrada, todas las tuyas lo son, pero hoy te has superado. Recuerdo leer el libro de jovencita y luego lo presté y nunca más volvió, referente a los cuadros, he visto y admirado hace unos días las tres primeras tablas.
ResponderEliminarun abrazo
No sé la de libros que perdemos. ¿O no los perdemos si otros los leen?
EliminarEmpero, Botticelli introduce, y no gratuitamente, en el primer plano de su tercer cuadro cuatro robustos árboles talados: el cruel pretendiente, los dos perros y el jinete caerán (la banqueta caída, la víctima, no hace sino rubricarlo).
ResponderEliminarMadera < materia, mater, madre. ¿Imaginas? Da para un tratado.
EliminarComo el día de la Marmota, pero en sangriento. Que imaginación, y que bien plasmado por Botticelli. Conocía los dos primeros, pero no la historia completa y el origen. Gracias.
ResponderEliminarLa técnica usada por Boticcelli es fascinante para esta historia misógina.
EliminarUna historia que Botticelli supo transformar en imágenes de manera bien misteriosa... Creo recordar que uno de esos cuadros está en el museo del Prado. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarPero hay que ver el mensaje que encierra. Lo he explicado tantas veces…
EliminarFelicidades de forma doble: por la entrada, y por ser hoy un día especial para la mujer.
ResponderEliminarDebe ser angustioso temer la llegada de cada viernes... es lo más parecido al infierno, hasta que el papa lo eliminó. Respiro con ello, y espero que alguien termine con el sufrimiento eterno de la joven, que para más inri, no tiene nombre. ¿Seremos capaces alguno de nosotros actuar, y eliminar el hechizo...?
¿Imagináis lo doloroso, angustioso y agotador que debe ser una situación parecida? ¡Qué suerte la nuestra, saber que existe un final para todo!
Saludos.
Los personajes sin nombre son “personajes-tipo”, así que la chica representa a todas las mujeres.
EliminarOlá Maria Luísa,
ResponderEliminarObrigada pela visita ao meu blog. O seu é muito lindo, dá a impressão de que a gente está lendo um livro de histórias, com pinturas requintadas. Parabéns! Abraços,
Con pinturas de esta naturaleza hasta los analfabetos entendían los mensajes.
EliminarTodo igual, claro que no será cierto, pero lomparece, todo igual, María Luisa. Bonito regalo para la jornada que nos recuerda el calendario lo que, precisamente, no debiera suceder: Tener que celebrarlo
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo: no debiera existir el día de la mujer.
EliminarLas estratagemas no varien, aunque cambie el escenario y la época. ¡Qué pena!
ResponderEliminarY cuántos no quieren enterarse de nada y repiten los mismos esquemas. Incluso las propias mujeres. Ayer oí a Maridecospe y ...
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