María Luisa Arnaiz
Bastian
Lecouffe Deharme
Los
libertinos brillaron durante el siglo XVII en Francia y con la Revolución francesa
desaparecieron. Es de notar que la mala fama que alcanzaron les vino por romper
con los poderes establecidos del Estado y de la Iglesia católica, causa de
que fueran tachados de inmorales (recordemos a Sade). Estos librepensadores
trataron de pasar desapercibidos y su imagen legendaria se forjó en torno a los
que simplemente buscaron el placer, siendo su modelo el don Juan de “El
burlador de Sevilla” de Tirso de Molina. En 1782 la marquesa de Merteuil,
protagonista de “Las amistades peligrosas”, se convirtió en su imitadora
femenina más perfecta. Lo que escandalizó en su época fue que triunfara adoptando
el rol de cualquier libertino, pues lo permitido a un hombre no se toleraba a
una mujer. ¡Ni siquiera de ficción! Dice la Merteuil : “busqué en los moralistas más
severos lo que exigían de nosotras…y así me aseguré de lo que…se debía pensar y
de lo que era necesario aparentar. Mi primer cuidado fue adquirir renombre de
invencible (igual que don Juan)…¡Ah, pobre Valmont! ¿Qué habéis hecho
que yo no haya superado mil veces? Habéis seducido, incluso perdido a muchas
mujeres, pero ¿qué dificultades habéis tenido que vencer?”.
Querida amiga, para mala suerte yo no puedo comprender toda la parablas in tuo idioma. Pero yo busco esto tuo post muy interesante y sovretodo el debujo es verdaderamente muy lindo!
ResponderEliminarMuchas graçias y besitos!
Pues te agradezco todo el interés que muestras.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarA mí, personalmente, no me gustan ni los donjuanes y, por extensión, el donjuanismo femenino. Ser burlador de mujeres o burladora de hombres es más un instrumento de degradación que de seducción.
ResponderEliminarBesos
P.D: Perdón por el despiste. En vez de publicar, le he dado a eliminar. Cosas de novata.
El donjuán se acepta, guste o no; la “doñajuana” sigue mal vista.
EliminarRealmente, es que tenían mucho mérito.
ResponderEliminarPero esa mentalidad no se ha perdido del todo. Ni mucho menos.
Hay mucho santurrón suelto y mucho beato que si no se te plantan delante no te lo podrías ni imaginar.
Dan pena.
Por algo el “Don Juan” nació tras el concilio de Trento.
EliminarHaces unas entradas magistrales, Maria Luisa. De verdad.
ResponderEliminarSi son de tu agrado, me siento contenta.
EliminarEl donjuan sea del sexo que sea no me gusta, pero ...¿por qué escandalizarse porque una mujer hiciera igual que un hombre? La discriminación hasta en eso.
ResponderEliminarA la mujer la sociedad le sigue pidiendo un papel tradicional.
EliminarNo se porque pero los donjuanes están mal vistos, bueno puede que sea envidia. Es una pena que para una entrada tan superior te deje un comentario tan torpe, pero debo estar desneuronada. Un abrazo
ResponderEliminarEres sintética y aciertas en lo de la envidia latente.
EliminarEster, jajajajja, a estas horas de la noche yo ya ni leo correctamente....saludos Maria Luisa !! tus entradas geniales ,como siempre ! besosss
ResponderEliminarA estas horas mejor ver la película “Las amistades peligrosas”.
EliminarUne publication pleine d'intérêt...
ResponderEliminargros bisous
Vous êtes très gentille.
EliminarCurioso, los libertinos, en todas, desaparecen con la Revolución y vuelven con la democracia. Cosa mas rara ¿Verdad María Luisa?
ResponderEliminarRepetir lo de “vivir para ver” ya va siendo una costumbre.
EliminarMuy interesante reflexión, María Luisa. Ciertamente, todavía quedan, de un lado y del otro...
ResponderEliminarUn abrazo.