JOYAS DE LA CORONA ESPAÑOLA

MARÍA LUISA DE PARMA

María Luisa Arnaiz 

Marie Louise de Parma as a Bride (detail), Mengs, 1765

   A petición de Napoleón Fouché difundió la noticia de que las joyas de la Corona española habían sido sacadas de España por la reina María Luisa. Las alhajas fueron valoradas en trescientos millones de reales y después de exhaustivas pesquisas cerca de los reyes el corso tuvo que admitir que ningún miembro de la borbónica familia las tenía, por lo que hubiera sido mejor investigar a la Junta Suprema. Pasado el tiempo Fernando VII hizo lo mismo para desprestigiar a Godoy, llegado a Bayona gracias a que Murat había conseguido su custodia del hermano de Carlos IV, el infante don Antonio Pascual, presidente de la susodicha Junta, que se dirigía a su sobrino Fernando así: “los cagatintas de mis compañeros se han mamado la breva y han bajado la cabeza; por lo pronto verás al favorito por estas tierras. ¿Por qué no se le ahorcó cuando te dije?”. La larga mano del felón alcanzó a Pepita Tudó, la amante de quien Blanco White opinaba que “era absurdo indignarse porque un joven de diecisiete años no hubiera resistido la solicitud de una reina…de treinta y tres” (referencia al meteórico Godoy), que escribió a los exiliados monarcas para que refutasen la acusación de haber sustraído las joyas. De José I Bonaparte se dijo que salió de España con las que pudo.

María Luisa de Parma, Goya