EL SUEÑO DE ADSO
María Luisa Arnaiz
Black Iris, Georgia
O’Keeffe, 1926
Releyendo “El
nombre de la rosa”, di con el relato de un sueño de Adso que sigue la pauta de
los deseos insatisfechos en la más pura tradición onírica: “a la luz de aquella llama…volví a ver a
todos los comensales, que ya habían recuperado sus respectivas figuras…y entre
ellos estaba la muchacha, entera y hermosa como antes, que me decía: “¡No es
nada, deja que vaya solo un momento a la hoguera, arderé y luego nos volveremos
a encontrar aquí dentro!”. Y me mostraba, que Dios me perdone, su vulva, y
entré en ella y era una caverna bellísima que parecía el valle encantado de la
edad de oro, regado por aguas abundantes, y lleno de frutos y árboles en los
que crecían pasteles de queso”.
Umberto Eco, “El nombre de la rosa”
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ResponderEliminarLieben Gruß und Sonnenschein
CL
El cuadro me encanta, al igual que su autora. Y el sueño de Adso, lo más apropiado quizá para combinar con la pintura. A veces pienso que mi día estaría incompleto si no me pasase por aquí. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo
Your comments are always encouraging for me.
ResponderEliminarCheers, Cloudy.
Cuando releí la novela y llegué a ese párrafo, recordé el cuadro fulminantemente.
ResponderEliminarUn abrazo, Mabel.
Me encanta, yo lo he mencionado en mi historia también, me ha gustado mucho su obra. Un beso grande, Lou
ResponderEliminarDeliciosamente sensual. Y magnífico el tándem de la pintora con Eco en este pasaje.
ResponderEliminarUn abrazo bien grande.
¡Qué maravillosa coincidencia!
ResponderEliminarUn beso, Lou.
La vuelta al útero, el paraíso perdido. Orquídea, zapatilla de Venus... Llámalo como quieras.
ResponderEliminarMuchos besos, Isabel.
Es evidente que tendré que releer también yo el libro. No me acordaba para nada de este fragmento. Ni menos de su significado. Será que con otros ojos (otros años) el libro dirá cosas que entonces (¿cuánto?) permanecieron calladitas.
ResponderEliminarBellissimo libro di Umberto Eco.
ResponderEliminarNice Blog... Congrats!
Livro maravilhoso , imagem notável ...parabéns Pedro Pugliese
ResponderEliminarDesde que me dedico a releer, estoy redescubriendo el Mediterráneo. Qué razón tienes, Amando, en cuanto a modificar criterios o apreciar significados con el paso de los años.
ResponderEliminarMuchos besos a los dos.
Hola, La lanterna dei sogni: no solo el libro de Eco es interesante, sino la película. Todavía me sigue gustando.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo.
Puse atrevimiento en presentar el texto y el cuadro, pero la imagen me sorprendió en la mente al leer el párrafo.
ResponderEliminarGracias, Pedro.
La frase/párrafo, es para enmarcar: “a la luz de aquella llama…volví a ver a todos los comensales, que ya habían recuperado sus respectivas figuras…y entre ellos estaba la muchacha, entera y hermosa como antes, que me decía: “¡No es nada, deja que vaya solo un momento a la hoguera, arderé y luego nos volveremos a encontrar aquí dentro!”. Y me mostraba, que Dios me perdone, su vulva, y entré en ella y era una caverna bellísima que parecía el valle encantado de la edad de oro, regado por aguas abundantes, y lleno de frutos y árboles en los que crecían pasteles de queso”.
ResponderEliminarUmberto Eco, “El nombre de la rosa”
Pues difundámosla, Enrique, porque, desde 1980 en que se publicó la obra, ya ha llovido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Georgia O’Keefe es única y sus flores esconden maravillas. Muy apropiado, un beso
ResponderEliminarHola, Mere: a mí también me fascinan las flores de Georgia O’Keeffe.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cara Maria Luisa,grazie che sei passata quì nel mio blog,ed hai scelto di essere una mia seguitrice ,questo mi fa molto piacere.Ho guardato un po' il tuo blog e lo trovo molto interessante e culturalmerte molto vasto .Tanti tanti complimenti.Un caro saluto Bianca
ResponderEliminarGracias por tus amables palabras.
ResponderEliminarBesos.