María Luisa Arnaiz
Die Lauscherin, Peter
Fendi, 1833
Casanova no tenía
prejuicios a la hora de satisfacer su libido: a sus numerosas conquistas hay
que sumar las niñas que pasaron a ser sus amantes, después de comprárselas a sus
padres en aras de un pretendido bienestar -práctica habitual en su época-, y que mantenían su amistad con él tras buscarles marido. En “Historia de mi vida”
vemos que ni siquiera moralmente le preocupaba el incesto y, así, en una ocasión,
al despertarse y correr las cortinas del lecho en que dormía con la madre de su hija
Leonilda y esta, cuenta: “¡Ay!, al volver a la cama me deja que cubra
con mis besos todo lo que veo; pero en cuanto me ve en la puerta del precipicio
se repliega y me da a su madre, que me recibe con los brazos abiertos e
imperiosamente me ordena que le haga sin piedad otra Leonilda”.
El tabú cultural del incesto. Casanova no aceptaba tabús, desde luego.
ResponderEliminarUn abrazo.
Verdadeiras palavras...diferentes pensamentos e conceitos ...preconceitos ... forte história para época ...um beijo Pedro pugliese
ResponderEliminarDemasiada Pasión puede convertirse en un vicio descontrolado y sin sentido, rozando la locura y sin razón.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Muy interesante! Un beso grande, Lou
ResponderEliminarInteresting and beautiful.
ResponderEliminarHave a nice weekend.
Greetings.
Hola Salamandrágora: creo que se cierran los ojos a la transgresión de este tabú.
ResponderEliminarUn beso.
Siempre a vueltas con este tema tan execrable.
ResponderEliminarSaludos, Pedro.
Hola, Pedro Luis: eso es lo que trae todo abuso, todo exceso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bien que te haya gustado.
ResponderEliminarBesos, Lou.
Hola, Pantherka: your comments are always encouraging for me.
ResponderEliminarGreetings.
Desde luego para mi hay tabúes que merecen seguir siéndolo, o que no merecen ese nombre. Más bien principios, diría yo. Y uno de ellos es la protección de los seres más débiles, a todos los niveles.
ResponderEliminarTienes tanta razón como casi la totalidad de los pueblos del Planeta. Ese tabú nos distingue de los animales.
ResponderEliminarSAludos, Mabel.
Depurar los instintos nos hace más humanos.
ResponderEliminarEstupendo tu espacio.
Abrazos.
Hola, Sergio: estoy de acuerdo contigo pero hay normas sociales que tienen que respetarse.
ResponderEliminarUn abrazo.