DERIVACIONES CERVANTINAS
María Luisa Arnaiz
Jacqueline Bischak
En el “Quijote” se lee: “detrás de un peñasco vieron sentado al pie de un fresno a un mozo… que
se lavaba los pies… que no parecían sino dos pedazos de blanco cristal…
Suspendioles… (su) belleza… Cardenio
dijo al cura…«Esta… no es persona humana, sino divina». El mozo se quitó la
montera… Los luengos y rubios cabellos… la escondieron debajo de ellos, que si
no eran sus pies, ninguna otra cosa de sus cuerpo se parecía (veía)”. Era
Dorotea. En “Pedro de Urdemalas” el protagonista dice a Pascual, que no se
atreve a declararse: “Esta noche de San
Juan / …Benita, el cabello al viento, / y el pie en una bacía / llena de
agua... / ha de esperar hasta el día / señal de su casamiento; / sé el primero
en nombrarte” (Cervantes usa aquí el folclore: la mujer espera en la calle
con el pelo suelto y el pie izquierdo en el agua para encontrar marido). En
“Los trabajos de Persiles y Segismunda” don Manuel acude al convento, donde
aguarda su prometida, y la ve con “los
cabellos sueltos por las espaldas, tan rubios… y tan luengos que casi besaban
la tierra”, se postra para “adorarla”
y Leonora dice que está casada con Dios; entonces “la priora y otras monjas comenzaron a desnudarla y a cortarle la
preciosa madeja de sus cabellos”.
Jacqueline Bischak
Resulta llamativa
la importancia de los pies y el pelo en Cervantes (hay más ejemplos de este
fetichismo) y chocante el que la mayoría de sus personajes masculinos, amantes
o no, sienta un raro placer por el
desprecio y el maltrato que le inflige una mujer dominadora y más inteligente que
ellos, ante la que se muestran sumisos. Incluso se puede hablar de una relación
casi sádica en los casos de Lotario, Anselmo, Crisóstomo, Cardenio, Ortel
Banedre, Carrizales, Erastro, Elicio, Roldán, Reinaldos, etc. Por otra parte, también
don Quijote y Sancho son juguetes en manos de las mujeres; ambos son tímidos y,
si el caballero asexuado piensa cuando la dueña doña Rodríguez sale de su
aposento “¿Quién sabe si el diablo…
querrá engañarme agora… quién sabe si en esta soledad… despertará mis deseos
que duermen y harán que al cabo de mis años venga a caer donde nunca he
tropezado?”, el criado dice no haber ido “a buscar pan de trastrigo por las casas ajenas” y guarda para su
mujer sus “castos deseos”. Del repaso
se deduce que tanto la transposición sexual de las dos zonas de deseo citadas,
como el turbador masoquismo con que Cervantes inviste a sus personajes, podrían
derivar de su experiencia (tópicos aparte).
Jacqueline Bischak
No sé dónde he leído que el fetichismo del pie es el más refinado. Menos el de los pechos y bastante menos el de las nalgas. En abrigos prehistóricos se han encontrado dibujos ajedrezados sobre los que se ha dibujado un pie.Saludos. Y gracias por sus artículos.
ResponderEliminarDisfruta de tus vacaciones, ¡hasta la vuelta!.
ResponderEliminarMientras leemos tu entrada, tu disfruta de tus vacaciones.
ResponderEliminarHola,Marisa!
ResponderEliminarQue lo pases de lujo,por aquí estaremos esperándote.Muchos besitos.
parón y disfrute
ResponderEliminarDisfruta, si puedes más que yo de este post tan bueno!
ResponderEliminarAbrazos!
Muy interesante, Mª Luisa.
ResponderEliminarDisfruta de tus vacaciones.
Salu2.
Parón y a reponer fuerzas,siempre va bien desconectar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que las disfrutes, otras no podemos.
ResponderEliminarUn besote.
Que sean felices. Te echaré de menos.
ResponderEliminarQue os lo paseis muy bien allá donde quiera que esteis!
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