FÁBULA DE UN ANIMAL INVISIBLE
María Luisa Arnaiz
Violinista, detalle, Diego
Dayer
El hecho
-particular y sin importancia- de que no lo veas no significa que no exista, o
que no esté aquí acechándote desde algún lugar de la página en blanco,
preparado y ansioso de saltar sobre tu ceguera.
Wilfredo Machado
¿Todo lo que no vemos es una amenaza? Procuraré estar alerta.
ResponderEliminarUn abrazo
Cuidado os cegos
ResponderEliminarandam por aí
e sobem ao poder
Eso sí que da miedo: no saber por dónde puede venir el monstruo.
ResponderEliminarSalu2, Mª Luisa.
Para ver é preciso olhar também com a razão.
ResponderEliminarEs una gran verdad
ResponderEliminarmuchos monstruos andan sueltos....
nadie podría saber en que momento te tocan la puerta...
o simplemente pasan sin ser vistos...
Estoy preparado.
ResponderEliminarMuy bueno!
ResponderEliminarBesos
Esperemos que el salto sea certero.
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