DEDOS TEÑIDOS
DE ALHEÑA
María Luisa Arnaiz
Desnudo con flores
rojas, Penot
Amigos,
hay en mi corazón una joven esbelta,
cuyo talle se cimbrea como la rama,
y ha clavado sus lanzas en mi pecho
por defender de mí sus frutos.
Si negáis que me mata, investigad,
veréis mi sangre seca ya en sus dedos.
hay en mi corazón una joven esbelta,
cuyo talle se cimbrea como la rama,
y ha clavado sus lanzas en mi pecho
por defender de mí sus frutos.
Si negáis que me mata, investigad,
veréis mi sangre seca ya en sus dedos.
Abu Tammam Galib ibn Rabah
Realmente Preciosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
De acuerdo contigo, Pedro Luis. Tanto la imagen como la poesía.
ResponderEliminarCordiales saludos.
La resignación total de saberse entre las manos de alguien. Precioso.
ResponderEliminarPero clavado en su corazón.
ResponderEliminarUn beso, Sara.