María Luisa Arnaiz
Victoria Selbach
El Cristianismo sincretizó todo tipo de
creencias en beneficio propio e intentó desacreditar determinadas prácticas con
las que la gente buscaba protegerse o dar gracias a sus genios benefactores. Al
no poder erradicar los amuletos ni los exvotos (piernas, brazos, ojos de cera,
etc., se siguen poniendo a los santos), la Iglesia hizo la vista
gorda pero ¿qué pasó con otras supercherías? El padre Feijoo escribió: “Habiendo la Religión Católica,
enemiga irreconciliable de toda superstición, desterrado las Artes
Divinatorias…quedaron solamente dos, más por tolerancia, que por aprobación, la Astrología y la Quiromancia”. De
‘χειρ’, mano (como ‘quiromante’, ‘quirófano’, ‘cirujano’), y ‘μαντεία’, adivinación, la quiromancia finge
predecir el destino del hombre por las líneas de la mano y, según el
benedictino: “es menester una ceguedad
total” para no ver que “viene el
suceso porque fue creído el pronóstico”. Cuenta: “Estando Publio Claudio para dar un combate naval en la primera Guerra
Púnica, consultó, por seguir la costumbre, los agoreros; pero diciéndole uno,
que los pollos que estaban en custodia para aquel género de divinación, llamada
Auspicio, no querían salir a comer, los mandó echar al mar, diciendo: Pues ya
que no quieren comer, que beban”.
Pues esperemos; que esa estupidez ni por lo más remoto se ha terminado.
ResponderEliminarMe parece que estamos viviendo un renacimiento del nacional socialismo con tanto papa y tanto cuento y tanto abuso de poder. Tantas diferencias sociales, tanta corrupción y fanatismo facistoide.
Aunque la mona se vista de seda…
EliminarSabina menciona en una de sus canciones otro amuleto horroroso y muy querido por el dictador:
ResponderEliminar"...Santa Teresa iba dando
su brazo incorrupto a Don
Pelayo que no podía
resistir el mal olor."
¡Santiago y cierra España!
EliminarEstaba yo leyendo, tan ensimismada, intentando no perderme nada, cuando una sonora carcajada me ha hecho volver a leer:” Pues ya que no quieren comer, que beban”. He vuelto a reírme.
ResponderEliminarUn abrazo
Y así se auguró el resultado de la batalla naval.
EliminarMuy buena reflexión con un final anecdótico y divertido.
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
La anécdota latina resume los engaños de esas ‘artes’.
EliminarAo mesmo tempo que a igreja se diz contra a quiromancia e outras formas de adivinhação, que consideram lúdicas e desnecessárias, mantém uma fé firme nas revelações de Fátima...
ResponderEliminarLas contradicciones de la Iglesia son flagrantes.
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