María Luisa Arnaiz
Renso Castaneda
Al partir, me quedan cosas que
acabar,
al partir.
Salvé la gacela de la mano del
cazador
pero siguió desvanecida sin recobrar
el sentido.
Desprendí la naranja de la rama
pero no pudo ser despojada de su
corteza.
Estuve con las estrella el día del
juicio final
pero no pudieron ser contadas.
Saqué agua del pozo
pero no pudo servirse en los vasos.
Coloqué las rosas en la bandeja
pero no pudieron ser talladas en la
piedra.
No se saciaron mis amores.
Al partir, me quedan cosas que
acabar,
al partir.
Nazim Hikmet, poeta turco
Un poema magnifico
ResponderEliminarAl partir cada día a mi también me quedan cosas por acabar...
Gracias María Luisa por compartirlo. No lo conocía.
Espero antes de partir, conocer muchas, muchas cosas...
Besicos
Creo que lo ideal siempre produce insatisfacción.
EliminarPartiremos, y dejaremos sin hacer todo aquello que teníamos proyectado.
ResponderEliminarEso nos pasa por no saber nunca en qué momento será la hora de nuestra propia partida.
Sí sabemos porque nos lo dijo Juan Ramón Jimenez, que se quedarán los pájaros cantando.
Es preciosa tu entrada, Maria Luisa.
Mejor cerrar el capítulo de la vida contentos.
EliminarQué nos quedará por hacer... tanta cosas,¿ verdad? me quedo pensando.
ResponderEliminarBesos, muchos!
Pero, ¿qué importará lo inacabado a la hora de partir?
EliminarAl partir siempre quedan cosas por hacer.
ResponderEliminarPero, ¿qué importará lo inacabado a la hora de partir?
EliminarUn gran mensaje, ciertamente, si, cosas, siempre, por acabar.
ResponderEliminarPrefiero partir machadianamente: “casi desnudo, como los hijos de la mar”.
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