María Luisa Arnaiz
Paul
Laurenzi
Los
romanos vieron que los germanos cubrían las piernas y los pies con una prenda a
la que llamaron “calcea” por contigüidad
a “calceus”, zapato, origen de las calzas, que junto al aumentativo calzones, eran los nombres que recibía
la prenda alargada hasta la cintura durante la Edad Media. Cuando en
el siglo XVI las calzas se acortaron, se llamaron medias calzas por ser la mitad de las originales -pronto simplemente
medias- o calcetas, diminutivo de calzas. En el siglo XVIII las medias fueron
disminuyendo hasta cubrir solo el pie, apareciendo un diminutivo del diminutivo
calceta: calcetín. Entre tanto los
calzones, conforme encogían, fueron calzoncillos,
diminutivo de un aumentativo, y se renovó el germanismo bragas para referirse a los femeninos. Confinados al mundo del
boxeo, los calzones aparecen curiosamente en dos lexías antitéticas aplicadas
bien a la mujer, bien al hombre: “llevar
los calzones” y “ser un calzonazos”;
sin embargo las bragas enriquecen casi exclusivamente el ámbito masculino: “dar braguetazo”, “bragado”, “bragueta”… Del Braghettone, apodo del pintor que cubrió los desnudos del “Juicio Final”
de Miguel Ángel, al “hilo dental” -bragas-, las calzas han disminuido demasiado.
Hola Mª Luisa, desconocía tu blog, y me ha encantado. Tu entrada sobre calzones, calcetines y calzoncillos... me parece muy interesante, ay si las medias hablaran...
ResponderEliminarUn abrazo con brisas de felicidad
Que sensuales son las medias, querida María Luisa, y en comparación que poco lo son esas cosas tan modernas...los pantys. Siempre me voy de aquí un poco más sabia y sobre todo mucho más contenta de haber aprendido. Un abrazo
ResponderEliminarQué encanto esta lección de etimología. Me ha resultado deliciosa, un auténtico disfrute.
ResponderEliminarUn abrazo, querida María Luisa.
Que belo !!! Maria Luisa...era atitude em busca da sensualidade ...será!!! Com um beijo Pedro Pugliese
ResponderEliminarGracias, Ángeles: ahora hace tiempo que no leo tus poemas. Lo resolveré en un periquete.
ResponderEliminarUn abrazo.
He cambiado el título de la entrada porque, cuando yo me enteré de que "pantys" no eran medias sino bragas, me daba vergüenza pedirlos. Luego comprobé que hemos fagocitado la palabra inglesa.
ResponderEliminarUn beso. Mabel.
Ja, ja, pues ya has visto lo que se esconde bajo tan necesarias prendas.
ResponderEliminarBesos, Isabel.
¿Se puede generar esa simpatía por más aséptica que haya sido en presentar prendas tan íntimas?
ResponderEliminarUn abrazo, Pedro.
Excelente, aquí no hay medias tintas.
ResponderEliminarAbrazos.
Ja, ja, un comentario la mar de irónico.
ResponderEliminarGracias, Sergio.