María Luisa Arnaiz
Eva y Adán cogen el
fruto del conocimiento, Miguel Ángel
Isotta Nogarola
nació en Verona en el XV y compuso una ficción dialogada, “Evae atque Adae
peccato”, con esta tesis ¿Quién pecó más, Adán o Eva? Considerando los prejuicios masculinos sobre la inferioridad femenina, utilizó la
redacción misógina de las Escrituras para argumentarla: si Adán era
intelectualmente superior -Dios le había dado sabiduría y había hecho a la
mujer “débil e ignorante”-, no debería haber transgredido la prohibición y tendría que haber prevenido a Eva
evitando el “pecado original”, luego
era más culpable que ella. Lo prueba un contestatario Miguel Ángel en la Capilla Sixtina :
pintó a Adán cogiendo el fruto y a Eva aceptándolo (en la Estancia de la Signatura un complaciente Rafael
había pintado la escena bajo criterio vaticanista: la mujer, fuente de maldad,
perdía al hombre). La paradoja de Isotta es reconocer la inferioridad de la
mujer para no culpabilizarla y dignificarla; su novedad,
defender la condición femenina y esperar que el varón reconociera la igualdad
de ambos sexos.
El pecado original,
Rafael
Si es que la cosa viene tan de antiguo, que es imposible cambiarla o al menos muy difícil.
ResponderEliminarMe declaro admiradora de Isotta, que supo darle la vuelta al argumento, aun bajo la apariencia de reconocer una supuesta inferioridad de las mujeres. Besazos.
ResponderEliminarComo se monta una sociedad desigual, desde sus inicios
ResponderEliminarBravo por Isotta Nogarola y su “Evae atque Adae peccato” para dignificar a la mujer, lástima que para ello tuviera que argumentar su supuesta inferioridad... :-(
ResponderEliminary tenía toda la razón: si tan listo era, ¿por qué comió?
ResponderEliminarTambién caben otras interpretaciones: para ganarse sus favores; de perdidos al río; no se le ocurrió antes que a ella; ella era más aventurera y él más acomodaticio...
Salu2 genésicos.
Estamos reescribiendo la historia, pero no hemos retrocedido hasta Eva y Adán, todo se andará. Un abrazo
ResponderEliminargrandes imágenes... y todos los hombres sabemos que las mujeres son superiores...
ResponderEliminarLa eterna pregunta, no dar la paz durante siglos muchos artistas. En el mundo antiguo, por lo que era conveniente para los hombres.
ResponderEliminarSaluda:)
La mujer es una extensión del hombre, bíblicamente hablando, y así lo cuentan los profetas... no las profetas, que no las hay en ese mundo tan machista...
ResponderEliminarInteresante siempre la explicación que das a todo tipo de alegorias..
¡Bien por Issota!
ResponderEliminarPor otra parte, siempre he dicho que fuese quien fuese el culpable de aquel pecado original y con él la pérdida del Edén, yo me alegro. ¡Qué aburrido sería vivir siempre en El Paraíso!
Partiendo de un punto de vista netamente histórico - ya que soy atea - desde el comienzo de la iglesia, la mujer fue reducida a la nada. Según algunos investigadores en estos temas, por el temor que se supiera que María Magdalena era la esposa de Joshua Ben Josep y madre de su hija, Sara, entonces la ICAR se le ocurrió decir que era ella era la prostituta del pueblo (hace poco se desdijeron), eso en primer lugar y en segundo lugar, porque hubo una época en donde el matriarcado era poderoso, y eso era inaceptable en Roma. El "Malleus maleficarum" es el vívido ejemplo de la persecusión a la MUJER.. y cualquier excusa era buena para llamarla BRUJA.
ResponderEliminarOtro detalle, el vocablo "femenino" deriva de "fémina" que quería decir "FE MINIMA".. ya ven, nos han ultrajado en todos los sentidos posibles, apartado, torturado y reducidas a simples cosas sexuales (por lo cual, también teníamos que estar avergonzadas!!).
Lo siento... pero no me gusta para nada el hecho que Issota nos "dignificara" de esa absurda manera.... Totalmente en contra de la ayudita que nos dió... buen pintor... mal moderador........
Os homens desde Adão têm medo da superioridade feminina,fica muito mais fácil para eles se comportarem como se fossemos sempre as culpadas até dos erros deles, mas acho que foi ótimo perdermos o paraiso, como disse Maria José, aí a cima.
ResponderEliminarbeijinhos,
Léah
Me doy cuenta que no sé nada, María Luisa. Gracias.
ResponderEliminarMe encantaría saber que hubiese pasado si esa escena se colocara en un escenario actual