CLÉRIGOS Y MANCEBAS
María Luisa Arnaiz
Juan Manuel Cossío
“El varón no ha de cubrirse la cabeza pues es
la imagen y gloria de Dios; mas la mujer es gloria del varón… (y) debe llevar sobre su cabeza el signo de su
dependencia” dice san Pablo en la primera Carta a los corintios, XI, 7 y 10.
Si la marca externa de sumisión fue evitada por la Iglesia católica, no hizo
lo mismo con la anímica. Hoy he oído decir a Carmen Quintanilla, presidenta de la Comisión de Igualdad en
el Congreso, que “se está elaborando un
listado con las malformaciones y discapacidades del feto”. Listado que
indicará cuándo es abortable el embrión. Le digo a la diputada popular que no nos proteja
pues es sabido el sometimiento del Gobierno a la confesión católica. La
decisión de reglar me recuerda que, para no confundir a las mujeres con las
barraganas de los clérigos, el rey Pedro I ordenó que estas “trayan pannos… sin adobo” con el
fin de ser “conocidas y apartadas de las
dueñas onrradas e casadas” más “un
prendedor de lienço que sea bermejo de anchura de tres dedos” sobre los
velos y tocas. En 1433 Juan II insiste: “todas
las mancebas de los… clerigos de los nuestros regnnos que trayan… por señal un
pedaço de paño bermejo… ençima de las tocaduras pública e continuadamente”.
Qué manía de marcar, que manía de ordenar.
terminarán de hacer el listado ideológico y proceder al aborto terapéutico para infieles y revolucionarios
ResponderEliminarPues sí, qué manía, pero para así discriminar. Siempre se aborreció la diferencia, de ahí marcar al diferente, al que está por debajo o fuera de la ley establecida, o fuera de las directrices impuestas por el poder. Con el aborto pasará otro tanto de lo mismo. Saludos.
ResponderEliminarUna manía que se perpetúa a través de los siglos. A ellos no hace falta ponerle ningún distintivo, ese tufillo que exhalan los identifica a la legua.
ResponderEliminarSiempre objeto de las marcas, que hartura, bien cierto es.
ResponderEliminarBesos, querida Marisa.
Nos diferenciamos con logos de las marcas de la ropa, nos tatuamos signos en los que creemos, incluso nombres en chino sin tener la seguridad de que pone lo que queremos. Nosotros nos marcamos solitos, llevamos pegatinas y camisetas con leyendas ilusas y que pagamos por ellas.
ResponderEliminarUn día abriremos los ojos y repetiremos la historia. Un abrazo
Quien puede soportarlo, ML? - Creo que nos sucede lo mismo que cuando cantábamos canciones en inglés en los 50, nos daba igual la letra, solo nos fijábamos en la música.
ResponderEliminarExcelente reflexión!!!!
ResponderEliminarLos malformados, nosotros, matamos cruelmente a los malformados, simplemente para sentir nuestra formación. ¡Qué alta formación la de nuestro gobierno, y la que nos va proporcionando!
ResponderEliminarLOADOS SEAN LOS INFORMADOS
Todas las religiones tienen una obsesión enfermiza por la entrepierna.
ResponderEliminarSalu2, Mª Luisa.