*ESPEJO DE VIENTO Y
LUNA
María Luisa Arnaiz
Iza III, José Luis
Corella
“…En un año las
dolencias de Kia Yui se agravaron. La imagen de la inaccesible señora Fénix
gastaba sus días; las pesadillas y el insomnio, sus noches.
Una tarde un
mendigo taoísta pedía limosna en la calle, proclamando que podía curar las
enfermedades del alma. Kia Yui lo hizo llamar. El mendigo le dijo: “Con
medicinas no se cura su mal. Tengo un tesoro que lo sanará si sigue mis
órdenes”. De su manga sacó un espejo bruñido por ambos lados; el espejo tenía
la inscripción: Precioso Espejo de Viento
y Luna. Agregó: “Este espejo viene del Palacio del Hada del Terrible
Despertar y tiene la virtud de curar los males causados por los pensamientos
impuros. Pero guárdese de mirar el anverso. Mañana volveré a buscar el espejo y
a felicitarlo por su mejoría.” Se fue sin aceptar las monedas que le
ofrecieron.
Kia Yui tomó el espejo y miró según le había indicado el mendigo. Lo
arrojó con espanto: el espejo reflejaba una calavera. Maldijo al mendigo;
irritado, quiso ver el anverso. Empuñó el espejo y miró: desde su fondo la
señora Fénix, espléndidamente vestida, le hacía señas. Kia Yui se sintió
arrebatado por el espejo y atravesó el metal y cumplió el acto de amor. Después
Fénix lo acompañó hasta la salida. Cuando Kia Yui se despertó, el espejo estaba
al revés y le mostraba, de nuevo, la calavera. Agotado por la delicia del lado
falaz del espejo, Kia Yui no resistió, sin embargo, a la tentación de mirarlo
una vez más. De nuevo Fénix le hizo señas, de nuevo penetró en el espejo y satisficieron
su amor. Esto ocurrió unas cuantas veces. La última, dos hombres lo apresaron
al salir y lo encadenaron. “Los seguiré”, murmuró, “pero déjenme llevar el
espejo”. Fueron sus últimas palabras. Lo hallaron muerto sobre la sábana
manchada.”
“Hung Lou Meng”, novela atribuida a Tsao-Hsueh-Chin
*El título es una metáfora erótica del goce solitario.
¡Qué interesante!
ResponderEliminarLo bastante que se prohiba algo... para hacerlo, jajaja.
ResponderEliminarSalu2, Mª Luisa.
Muy bueno ...la paradoja d ela vida
ResponderEliminarseguir tanto el instinto este al fin mata...
pero es de suponerse que murió gozando...vaya!
Los humanos nunca hacemos caso de las advertencias y luego pasa lo que pasa.
ResponderEliminarAbrazos.
Un bonito cuento, ya nos comimos la manzana. No tenemos solución. Abrazos
ResponderEliminarEstupendo relato
ResponderEliminarMejor morir pronto y feliz que tarde y de tristeza.¿ Por qué nos prohíben todo lo que deseamos?
ResponderEliminarUn besote.
Terrible, algo amargo pero muerte dulce. Al fin y al cabo morimos de todos modos. MB. me ha gustado.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHermoso escrito ensayos y un buen blog, gracias por compartirlas con nosotros
ResponderEliminaren amor y luz
Cyn