María Luisa
Arnaiz
Zdzislaw
Beksinski
“Canción de cuna”, estrenada en 1911 y llevada al cine en varias
ocasiones, la última en 1994, fue el éxito ansiado por María de la
O Lejárraga, mujer de Gregorio Martínez
Sierra. La que escribió las obras de su marido sin aparecer siquiera como
coautora dijo en uno de sus ensayos con la firma de él: “Las mujeres callan
porque, aleccionadas por la religión, creen firmemente que la resignación es
virtud; callan por miedo a la violencia del hombre; callan por costumbre de
sumisión; callan, en una palabra, porque en fuerza de siglos de esclavitud han
llegado a tener almas de esclavas”; es más, negándose culpablemente como se
enseña a las mujeres, dijo en “Gregorio y yo” acerca de su “desaparición”: “acometióme
ese orgullo de humildad que domina a toda mujer cuando quiere de veras a un
hombre”. Aunque se separó cuando él tuvo una hija en 1922 con su amante *Catalina
Bárcena, siguió escribiéndole obra tras obra y todavía él le decía en 1930: “estoy
haciendo esfuerzos inauditos para escribir yo hasta que tú estés mejor. Creo
que lo conseguiré”. Como antes de irse a Hollywood, firmó un documento donde aseguraba “todas mis obras están escritas en colaboración con
mi mujer”, a María le cupo el semihonor de su obra y el 50% de los derechos de autor.
* Los vestidos de Lanvin de la actriz Catalina Bárcena se
vendieron el viernes pasado en Londres.
Adoro os filmes estrangeiros. Obrigada pela sugestão vou já pesquisar e baixar...
ResponderEliminarAbraços
Espero que no te decepcione.
EliminarBesos.
La vida es injusta, pero somos nosotros, hombres y mujeres, que propiciamos el terreno.
ResponderEliminarHay monstruos con imágenes de hombres y el orgullo de humildad "huele mal".
Abrazos cálidos.
Coincido en que el orgullo de humildad es pura hipocresía.
EliminarBesos.
Las mujeres callan, las que callan, en mi familia las mujeres han compartido las obligaciones y las decisiones. No conocía todo lo que cuentas y el cuadro me parece muy intrigante.
ResponderEliminarMe gusta mucho como expones tus razones.
Saltos y brincos
Hubo suerte en tu casa, no es lo frecuente.
EliminarBesos.
Firmes y ancestrales convicciones harán que ese modo de pensar perdure aún mucho tiempo entre nosotros, ML. Quizás una forma de acelerar su defunción es hacer lo que tú haces.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo: si hurgas, se halla la poca modificación de la conducta masculina y femenina.
EliminarBesos.
Me gusta ver con los niños "hora de aventuras", una serie de dibujos animados protagonizada por un niño preadolescente y un perro. Hace poco vimos un capítulo que era una parodia de la serie, y cuyos protagonistas eran una niña preadolescente y un gato. De igual manera, el resto de elementos estaban invertidos o trastocados. A mi hija le encantó. Al final del capítulo explicaban que había sido una historia inventada por uno de los personajes, quien al terminar, pedía opinión al niño protagonista. Este decía, decepcionado, que "no había estado mal".
ResponderEliminarLa historia masculina tenía, pues, el valor dramático necesario para su presentación en el "circo". La femenina, no. Pero yo cada vez asisto menos al circo. Cada vez me interesa menos.
Un saludo.
Las historias con protagonistas masculinos tienen más éxito que las protagonizadas por heroínas. Escribiré algo.
EliminarBesos.
Las mujeres callan y no deberian hacerlo. Buena entrada. Besos
ResponderEliminarSon muchos siglos de “educación” y la lucha hay que mantenerla.
EliminarBesos.
El silencio femenino y lo cotidiano que nos arrastra, lo uno nos lleva a lo otro. Deberíamos tomar la palabra más a menudo, aunque estemos cansadas, deberíamos pronunciarnos y pronunciar todas las letras de lo que pensamos.
ResponderEliminarUn abrazo!
PD: Gracias por unirte al blog de SARA, :)
A veces me desencanto: cuántas mujeres callan. Silencio que aprovechan los que les va tan bien.
EliminarBesos.
grcias por ser pasada de mi blog, me gusta mucho el tuyo poruqe amo la pintura ahora te sigo tambien....
ResponderEliminarMe gusta coincidir contigo.
EliminarBesos.
El silencio de las mujeres, poco a poco, irá quedando atrás, hasta llegar el momento en que solo será un recuerdo,,,saludos.
ResponderEliminarOjalá se cumpla tu deseo pero me temo que el conservadurismo establecido en el planeta no lo hará posible.
EliminarBesos.
Son esas mismas mujeres que callan, las que educan a sus hijas para callar.
ResponderEliminarLas mismas mujeres calladas que callan a otras mujeres.
Aunque estas últimas decidan fabricar otras opciones para no volver a callar nunca más.
Un saludo María me encanto la publicación.
Los patrones culturales se repiten en cualquier lugar del mundo y solo en determinados países las mujeres han logrado ser oídas con alguna trascendencia.
ResponderEliminarBesos.
Aún nos queda mucho por recorrer para ser tratadas con igualdad... por desgracia .. Pero al menos no nos callamos como antes.. ahora somos muchas las que decimos lo que pensamos sin miedo .. lo más triste es que suelen criticarnos las mujeres mayores en lugar de apoyarnos..
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Pesa tanto la educación recibida... Pero sobre todo la religión inculcada a macha martillo.
ResponderEliminarBesos.