APOLOGÍA Y PETICIÓN
María Luisa Arnaiz
Gerardo Feldstein
¿Y qué decir de nuestra madre
España,
este país de todos los demonios
en donde el mal gobierno, la pobreza,
no son, sin más, pobreza y mal
gobierno,
sino un estado místico del hombre,
la absolución final de nuestra
historia?
De todas las historias de la Historia
la más triste sin duda es la de
España
porque termina mal. Como si el
hombre,
harto ya de luchar con sus demonios,
decidiese encargarles el gobierno
y la administración de su pobreza.
Nuestra famosa inmemorial pobreza
cuyo origen se pierde en las
historias
que dicen que no es culpa del
gobierno,
sino terrible maldición de España,
triste precio pagado a los demonios
con hambre y con trabajo de sus
hombres.
A menudo he pensado en esos hombres,
a menudo he pensado en la pobreza
de este país de todos los demonios.
Y a menudo he pensado en otra
historia
distinta y menos simple, en otra
España
en donde sí que importa un mal
gobierno.
Quiero creer que nuestro mal
gobierno
es un vulgar negocio de los hombres
y no una metafísica, que España
puede y debe salir de la pobreza,
que es tiempo aún para cambiar su
historia
antes que se la lleven los demonios.
Quiero creer que no hay tales
demonios.
Son hombres los que pagan al
gobierno,
los empresarios de la falsa
historia.
Son ellos quienes han vendido al
hombre,
los que le han vertido a la pobreza
y secuestrado la salud de España.
Pido que España expulse a esos
demonios.
Que la pobreza suba hasta el
gobierno.
Que sea el hombre el dueño de su
historia.
Jaime Gil de Biedma, “Apología y
petición”
¡Cuánta razón lleva mi admirado Gil de Biedma!
ResponderEliminarUn poema dedicado a los malos gobiernos que, seguramente, su sobrina Esperanza Aguirre y compañía o no han leído o han obviado.
No sé si el poeta llegaría a pensar que cincuenta años después de escribirlo estaría de plena actualidad.
Sus palabras fueron oraculares.
EliminarDaría igual de qué poema, ensayo u obra literaria se echase mano; la historia siempre se repite, y sólo cambia el decorado: el hombre y la mala leche, son lo mismo.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Pero solo algunos escriben sobre la miseria.
EliminarTambién lo decían de Mio Cid, qué buen vasallo si hubiera buen señor.
ResponderEliminarLa glorificación siempre es interesada.
EliminarHace escalofrios ,perciviendo como esta cavalgando a toda velocidad ,llamando a nuestras puertas.
ResponderEliminarSaludos M.luisa..un buen post.!!
El mal gobierno, lacayo de los pudientes.
EliminarUn poema que podría haber sido escrito desde el principio de los tiempos. Ahora está en carne viva. Un abrazo y felicidades por esa Bidebarrieta tan hermosa.
ResponderEliminarEl que no lo quiera ver ¡allá con su ranciedad!
EliminarMe ha sobrecogido hondamente, Maria Luisa. Qué grande Gil de Biedma. Iba a decir que se adelantó a su tiempo, pero qué va. El tiempo de D. Jaime y el nuestro es el mismo. No ha cambiado nada.
ResponderEliminarDolor y más dolor.
Y andamos pagando los mismos.
EliminarSiendo gente de la generación del 50, lo que cuenta parece de esta tarde, mismamente, María Luisa.
ResponderEliminarLos clarividentes han existido, basta reconocerlos.
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