María Luisa Arnaiz
Konstantin Kacev
El “Índice de
libros prohibidos” es un catálogo creado por la Iglesia católica para
censurar los textos que considera perniciosos para la fe y ha estado en vigor
oficialmente hasta 1966. El primer “Índice” es de 1551 y vino de la mano de
Carlos V, brazo defensor del Papa, que, para atajar la propaganda luterana,
pidió a la Universidad
de Lovaina una lista de los libros heréticos que se imprimían en Alemania. Es
bien conocido que la Iglesia
ha ejercido la censura sobre textos tildados de apócrifos, sobre los de
heresiarcas y sobre cualquier escrito sospechoso a su juicio; también que se dio a la
quema de irreemplazables ejemplares. Entiendo que una religión que se tiene a sí misma como la única verdadera en el
Planeta expurgue sus escrituras pero no comparto que deje a sus fieles en la ignorancia. ¿Dañaban tanto los científicos, filósofos, escritores, etc., como
llevó a su Índice?, ¿en qué estribaba el miedo?, ¿cuántos sabían leer y escribir en latín, la lengua
universal? Todo tiene que ver con la “libre
interpretación” de la Biblia que sostuvo el protestantismo
y con su traducción a lenguas vulgares: alemán, español, etc. Nunca
aplaudiremos bastante a quienes permitieron que cualquier texto se pudiera
interpretar ni que Galileo, Copérnico y Kepler pusieran a la Biblia en entredicho.
Je, los que le tienen miedo a la cultura y al libre pensamiento no están muy bien de la azotea, la verdad. Tiempos oscuros.
ResponderEliminarUn beso.
Lo peor es que se enseña a no pensar. ¡Snif!
EliminarA falta de liberdade e o direito à contestação é um selo de marca da igreja, motivo que cada vez tem menos seguidores.
ResponderEliminarag
Cierto. Al creyente no le importa la falta de libertad.
EliminarEsa tendencia se repite sin cesar. En cuanto una religión o una ideología llega al poder, hala, a prohibir. Y hay otra tendencia más sibilina aún: aquellos que dictan que hay que leer, qué hay que pensar...
ResponderEliminarFomentemos la crítica.
Nuestro sistema educativo omite la crítica. ¡Snif!
EliminarEi eterno miedo de la iglesia a que pensemos por nosotros mismos y tengamos opiniones propias.
ResponderEliminarEs que si no, se le desmonta el tinglado.
EliminarSiempre he creído que sabiéndolo todo soy mas libre y mi decisión mas aposentada. Un abrazo
ResponderEliminarY llegue cada cual a las conclusiones pertinentes.
EliminarHola, Maria Luisa... has venido a mi blog y aquí me tienes.
ResponderEliminarNos iremos conociendo, supongo.
Besos
La invitación de Tracy mereció la pena. Encantada.
EliminarNunca Fulva, nunca se lo agraderemos lo suficiente.
ResponderEliminarCuanta rabia me ha producido siempre que quisieran manipular mi pensamiento.
Recuerdo a Esther Tusquets cuando decía que alguna vez la Humanidad le exigiría cuentas a la iglesia por todo el mal que nos ha procurado.
Parece que esto no vaya a llegar nunca y que el siniestro Rouco Varela ose exigirle al gobierno lo que nosotros tenemos que hacer como si ellos fueran nuestros amos.
En la católica España no se exige nada a la Iglesia. Ni el IBI.
EliminarLa libertad de pensamiento es una cosa aún bastante escasa en el mundo; en ese sentido hemos evolucionado muy poco, baste decir que la inmensa mayoría d ela población mundial es religiosa.
ResponderEliminarUn saludo.
El miedo y la pobreza siguen llevando al más allá.
EliminarSUAVIZAN LOS GESTOS, MARÍA lUISA, PERO SIGUEN AHÍ. CLARO QUE AHORA LES ES ALGO MÁS DIFÍCIL, PERO ....
ResponderEliminarSí, pero… Hasta no sé que Papa pidió perdón ¡por Galileo!
EliminarEl ridiculo llegó en mis dias a tener que comprar "de estrangis" Los Tres Mosqueteros, que estaba en el dichoso índice.
ResponderEliminarImpresiona tu testimonio. ¿Nihil obstat?
EliminarCierto. Y cada día está más en entredicho por mucho que la sigan reinterpretando. Es dar vueltas a la noria.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y se cargó la Teoría de la liberación, por ejemplo.
EliminarCuanta razon tienes Libertad Libreria Europa
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