María Luisa Arnaiz
Mia
Bergeron
Maurice
Maeterlinck publicó en 1901 “La vida de las abejas”, obra en la que reflexionó
sobre los absurdos esfuerzos del hombre y su empeño en perpetuarse. A este respecto
dice que las abejas solo se dejan manipular cuando los apicultores les echan
humo porque “creen” que en ese
momento se produce un desastre natural. Hoy ya puede el Gobierno seguir con sus
vaharadas sulfúricas para no explicar nada, ya puede Cantó entonar la
palinodia, ya puede Fernández jactarse de deber “a mucha honra”, ya puede el
yerno decir al juez que si demuestra su culpa, devolverá polvorones, que muchos
no creemos sino que los arrebatacapas han impuesto un desastre que lleva nuestro
sudor en tarteras a paraísos fiscales. En “El pájaro azul” Maeterlinck transmitió
que bastaba cambiar la percepción para llegar al bienestar pero lo hizo desde
una óptica clasista al servicio de los valores e intereses que necesitan las
clases dominantes para que nada cambie. Es lo que nos inoculan a diario. El
final del cuento prevé que, tras un instante de felicidad, se vuelve a la
mediocridad. ¿Nos resignamos?
¡no!
ResponderEliminarla resignación es una derrota
saludos
Mi grito con el tuyo. ¡NO!
EliminarDe resignación, nada de nada. Indignación, protesta, denuncia y lucha.
ResponderEliminarBesos.
En todo, contigo. ¡NO!
EliminarDensísimas cortinas de humo... Acá sacrificaron a la dama del tablero de ajedrez. Estarán dándonos un paletazo, del que ya nos estamos sobando, por cosas de la imaginación y la memoria.
ResponderEliminarMás grande este abrazo.
¿Estaremos a la altura de lo que nos arrebatan?
EliminarYo no.
ResponderEliminarNi yo. ¿Cuál será el detonante?
EliminarRotundamente NO. Yo, desde luego, no pienso resignarme.
ResponderEliminarCuenta conmigo. ¡NO!
EliminarVale no nos resignamos ninguno. ¿Y ahora qué?
ResponderEliminarUn abrazo
A la calle que ya es hora…
EliminarNo deberíamos, no, resignarnos. Pero a juzgar por la realidad, es lo que hacemos, en este país de rebaños.
ResponderEliminarParafraseando a Nazim Hikmet, saludos desde el país que perdió la voz...
Tenemos que recuperar esa voz.
EliminarPero el segundo problema no es que volvamos a la mediocridad, es que retrocedemos un montón de décadas.
ResponderEliminarPero después de desahogarnos con la pancarta, ¿Que hacemos?.
Seguir diciendo no porque es NO.
EliminarMagnífica entrada!!! Creo que es difícil cambiar el rumbo que llevan las cosas pero lo que de ninguna manera debemos quedarnos quietos, se van dando pasitos lo que pasa es es que el gobierno es una apisonadora; de todas formas debemos concienciarnos que los ciudadanos PODEMOS, ¿o no se están dando pasos con los desahucios?
ResponderEliminarNo hay que dejar de luchar.
Podemos, claro que podemos.
EliminarInoculados hasta las cejas, María Luisa, pero yo, como tú, no me resigno. El problema, quizás, es que me sobre edad para saber hacer lo que debiera. De momento, me limitaré e esperar en la puerta de mi casa. Feliz fin de semana.
ResponderEliminarEspera: veremos pasar sus cadáveres.
Eliminarel gobierno no reacciona debidamente..mucha cortina de humo , muchos lloros ..mucha pena...pero sin hacer que toda la gentuza que ha robado , devuelva nada, sean azules rojos o blancos...
ResponderEliminarTienen mucho por lo que callar.
Eliminar.