LA MUERTE RONDA POR GRECIA
María Luisa Arnaiz
Serge Marshennikov
Ha regresado don Quijote a su casa y dormido
en su cama. Abre los ojos y comienza a hablar: “¡Bendito sea el poderoso Dios que tanto bien me ha hecho!... Yo tengo
juicio ya, libre y claro, sin las sombras caliginosas de la ignorancia, que
sobre él me pusieron mi amarga y continua leyenda (lectura) de los detestables libros de caballerías.
Ya conozco sus disparates y sus embelecos… Yo me siento, sobrina, a punto de
muerte; querría hacerla de tal modo, que diese a entender que no había sido mi
vida tan mala, que dejase renombre de loco; que puesto que lo he sido, no querría
confirmar esta verdad en mi muerte… ya
no soy don Quijote de la Mancha, sino Alonso Quijano… ya conozco mi necedad”.
Mientras el escribano transcribe su testamento,
se interrumpe para decirle a Sancho: “Perdóname,
amigo, de la ocasión que te he dado de parecer loco como yo, haciéndote caer en
el error en el que yo he caído, de
que hubo y hay caballeros andantes en el mundo”. Luego se dirige a los
presentes: “Señores, vámonos poco a poco,
pues ya en los nidos de antaño no hay pájaros hogaño. Yo fui loco, y ya soy
cuerdo: fui don Quijote de la Mancha, y soy agora… Alonso Quijano el Bueno. Pueda con vuestras mercedes mi arrepentimiento y mi verdad volverme a
la estimación que de mí se tenía”.
Dicta las mandas y pierde el conocimiento. Pasa
tres días entre vahídos y al cabo recibe “todos
los sacramentos” abominando “con
muchas y eficaces razones de los libros de caballerías”. Muere.
¿Recobrará Grecia el juicio y "morirá" dentro del sistema como don Quijote? Aunque todavía crea en ellos, sé que los engranajes trituran los sueños.
En prensa el 25 de enero de 2016: "A un año de su victoria, Syriza ha vendido su alma al poder".
En prensa el 25 de enero de 2016: "A un año de su victoria, Syriza ha vendido su alma al poder".